Soplan brisas de tregua a ambos lados de la delgada línea roja que señala la demarcación provincial canaria. Tanto Gary Baldi como Carlos Sosa se han dado un respiro mutuo, quién sabe si con la intención de tomar resuello y brío para nuevos y estruendosos choques en un futuro tal vez no muy lejano. Mientras eso sucede, y como la imaginación no es la mayor virtud periodística del führersito de la Avenida de Buenos Aires, nos ha obsequiado, cómo no, con su rap favorito: el de la independencia, aderezado con lo que podríamos llamar análisis económico. En él, el Pater Canariarum salda una antigua deuda con los lectores al desgranar, finalmente y después de no pocas ambigüedades, las claves económicas y los recursos que nos permitirán vivir de nuevo como reyes, perdón, quise decir menceyes:
- Solo con su posición geoestratégica, y aguas y cielos propios, este Archipiélago puede ser un emporio mundial de riqueza, como lo son Singapur, Hong Kong, Panamá y otros lugares que carecen de recursos naturales propios, pero que tienen la enorme ventaja de ser enclaves por los que transcurre el tráfico marítimo y aéreo.
- También está la agricultura canaria. El campo se ha abandonado en los últimos años debido a una gran actividad en la construcción que permitía pagar mayores salarios, pero hay que recuperar la actividad agraria. Cuando Canarias sea una nación independiente, sus nuevos gobernantes, hombres y mujeres con las manos limpias a diferencia de la podredumbre actual, potenciarán el sector agrario. La agricultura, junto con el trabajo, es una gran fuente de riqueza.
- Si queremos salir de la crisis, junto con la agricultura hemos de fomentar la industria de transformación, como han hecho los países desarrollados que carecen de materias primas. Por ejemplo, Japón o Suiza. No tienen materias primas, pero son naciones ricas por su industria y su trabajo.
- También está el sol de Canarias, que igualmente podemos explotar para beneficio propio y no para el enriquecimiento de empresas foráneas.
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