lunes, 28 de junio de 2010

Canarios egoístas y un presidente que es un mago

En el comentario de hoy, el editor del diario exhorta a Paulino Rivero para que haga caso omiso de los homenajes que puedan hacerle en Las Palmas de Gran Canaria (declararle hijo adoptivo, según parece). Algunas frases memorables:
  • Tal vez el gran mal de Canarias haya sido la actitud de algunos canarios, proclives a pensar en su parcelita de poder y no en el bien común.
  • El presidente del Gobierno de Canarias es un político perspicaz. Alguien, como el mago de Nijota, que piensa todo lo que dice pero no dice todo lo que piensa. Aquí nos conocemos todos y sabemos de nuestros mutuos egoísmos.
  • En consecuencia, pierde el tiempo un político serio, honesto y patriota -un independentista encubierto por causa de las circunstancias y del puesto de responsabilidad que ocupa- como es Paulino Rivero dejándose querer en Las Palmas. Háganos caso, don Paulino: con los canariones, ni a misa; a los canariones, ni agua.
Con la primera sentencia, no puedo estar más de acuerdo, sólo que en este caso la parcelita de poder no es exclusiva de los políticos. Básicamente, también estoy de acuerdo con lo segundo, pues tengo al Sr. Presidente de Canarias por un mago genuino. Así al menos le calificó en su día Ana Oramas, ahora víctima de los tizonazos de nuestro infatigable justiciero. En cuanto a la última, sin comentarios.

He dicho.

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