martes, 1 de marzo de 2011

Greatest Hits

Por una vez, y sin que sirva de precedente, nuestro sin par Gary Baldi, apóstol de la libertad de esta tierra guanche oprimida y sojuzgada por la odiosa metrópoli, magnánimo prócer de la independencia de las islas y azote de socialistas, ecologistas, (falsos) nacionalistas y españolistas, así como de canariones, mamones y chulones, se ha quitado la careta y ha firmado un editorial en forma de carta abierta al Tte. Gral. Emilio Pérez Alamán, antaño comandante de la división acorazada Brunete (ahí es nada) y anterior jefe del Mando Militar de Canarias, ahora retirado. Al parecer, el militar dirigió una epístola al jefe del observador popular en el que, presuntamente, reprocharía a éste la línea editorial de su azul periódico, en particular la calificación de las fuerzas armadas como ejército de ocupación. Y el gran chamán, divino intérprete de los aborígenes del más allá, se explaya generosamente en una misiva en la que mezcla su tradicional, pegajosa y felatoria adulación al ejército con la repetición de sus grandes éxitos de siempre. Vamos con lo primero:
  • MI RESPETABLE y estimado teniente general, ex jefe del Mando de Canarias (...).
  • Sepa que el mismo afecto que usted me profesa se lo tengo también a su persona de manera extraordinaria, porque usted me ofreció momentos de cordialidad y conocimientos sobre su nobleza, inteligencia, sentido de la amistad y respeto a las personas por muy humildes que seamos.
  • Esa relación, tanto institucional entre la Capitanía General de Canarias y nuestro grupo de comunicación, sigue intacta en mi concepto y corazón, y en especial con usted, siendo afectuosa, respetuosa y de altísima consideración.
  • Además, el pueblo está con el Ejército. En esta Casa admiramos y elogiamos su disciplina y obediencia a los mandos superiores, su abnegación, su heroísmo tantas veces demostrado, sus estrategias y hasta su orden y limpieza.
  • POR FAVOR, don Emilio, teniente general, buen amigo: admiramos al Ejército y la palabra ocupación no debe ser considerada de forma peyorativa como se nos atribuye por parte de alguien y que también ha motivado su carta abierta que estamos respondiendo. Y por favor, no se preocupe.
  • (...) no hay contradicción entre atacar a España y alabar a su Ejército. No hay contradicción porque nosotros no atacamos a España, bueno fuera, sino razonamos que España no tiene derechos sobre Canarias, pero seguimos alabando a su Ejército. Y hasta nos enorgullece ver en la Plaza de Weyler el palacio de la Capitanía General y haber pisado sus salones.
Y en cuanto a las canciones de hoy y de siempre:
  • Usted sabe que durante las monarquías absolutas y despóticas -que la actual española no es ni una cosa ni la otra-, que durante las dos repúblicas que hemos padecido -en las que el desorden y hasta el tiroteo y la muerte eran frecuentes- y que durante dos dictaduras -la última una dictadura de obras públicas, pero también de represión del pensamiento y de las libertades que nos eran negadas- Canarias ha vivido como una colonia sometida a España.
  • Un pueblo [el canario] que no posee la libertad a la que tiene derecho porque el Ejército castellano y sus mercenarios, que eran muchos, invadieron estas tierras, estas Islas donde vivían miles de habitantes (nuestros antepasados los guanches; usted lo debe saber porque es persona bien cultivada) que fueron masacrados en una actuación genocida de ese Ejército que en aquellos tiempos se estaba constituyendo como Ejército español.
  • Cualquier español, civil o militar, siente que Canarias le pertenece porque es una posesión de España, pero ese no es el sentir de los canarios, porque nos sabemos criaturas humanas con sensaciones y sentimientos.
  • (...) Canarias está en otro continente que no es el europeo, y España está en el continente europeo y a 1.400 kilómetros de su punto sur y a 2.000 de Madrid (...)
  • Usted sabrá, porque es persona instruida, que estamos en la Zona Económica Exclusiva de Marruecos y eso nos atemoriza. Dudo que el Ejército crea conveniente enfrentarse en una guerra contra Marruecos. La ONU y su Comité de Descolonización de los Pueblos, las organizaciones del mundo libre, le apoyan y no creo que lo hagan con España por razones geográficas, de aguas jurisdiccionales y ni tan siquiera políticas.
  • (...) el Ejército está ocupando un espacio, unas instalaciones, y tiene presencia en un territorio que no es español. Lo es por mor de una Constitución que nos califica de Comunidad autónoma para disfrazarnos a los canarios, a los isleños, como europeos. (...) nadie puede negar que somos una descarada colonia que España posee desde hace casi seis siglos, después de una cruenta invasión y una lucha ¡que duró cien años! en la que los nativos de este Archipiélago veían, desesperadamente, cómo perdían sus tierras y vendían a sus hijos. Cómo ultrajaban a sus mujeres.
  • Canarias no es España. ¿O es que el pico del Teide es la cumbre más alta de España? Desde luego que no. Es patente que no.
Amén de algunas revelaciones interesantes:
  • EFECTIVAMENTE, en EL DÍA tienen cabida todas las opiniones salvo aquellas que puedan provocar ofensas y mala imagen de personas, entidades o instituciones y, por supuesto, las que puedan acarrear, a juicio nuestro, repercusiones judiciales.
  • (...) creo conveniente aclararle que la expresión ideológica de EL DÍA es enteramente mía, como editor y director. Sólo mía y no, como usted supone, mía y de mi equipo de redacción, y responsable único, yo.
  • Le escribo en estos momentos en que un sindicato español comunista nos amenaza, precisamente en época de crisis en España y en Canarias, arrastradas estas Islas por su yugo colonial. Crisis en la que la carencia de ingresos es casi absoluta y en la que luchamos por mantenernos a flote.
  • Y ACABO. Me enorgullezco, y lo digo con frecuencia, de poseer, a mis años, una lucidez mental y una memoria extraordinarias. Puedo decir que conservo intactas las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad.
Mi lectura: un militar ha tenido que llamar a las puertas de la Avenida de Buenos Aires para que Gary Baldi firme -¡por fin!- un texto editorial y, de paso, atenúe su discurso. Sin renunciar a sus postulados (por más recientes que éstos sean, en alguien que durante toda su vida ha defendido principios diametralmente opuestos), pero esta vez sin perpetrar sus habituales tropelías o, como le espeta el general, soflamas. Al menos, ya sabemos quién es el responsable de ellas en comentarios y editoriales, aunque no vayan firmados o se aluda al führer en tercera persona. Y en cuanto a las opiniones ofensivas hacia terceros, cierto: no tienen cabida, salvo las del propio Pepito Grillo, que para eso es el dueño (bueno fuera).

Por lo demás, el ideario del gran mártir es el de siempre: somos una colonia por la única razón de la distancia y porque sí, porque le sale a él de sus pendulares y sancochadas gónadas. No importa que tras la conquista, con todo lo cruel que ésta pudiera ser, vinieran muchos españoles y otras gentes a establecerse en las islas y mezclarse con la población indígena perviviente (igualito que en Sudáfrica o Tasmania, por ejemplo, que no fueron colonizadas por españoles) y así dar lugar a los canarios actuales, eso no debe recordarse. No importa que nuestra lengua sea la misma que la de Cervantes, Quevedo, Tirso, García Márquez, Garcilaso, Calderón o Vargas Llosa (mentiroso donde los haya), milenaria y noble como ella sola. Colonia sí o sí. Y miedo al moro, todo el del mundo.

Y ya para terminar, las pretensiones de liberal, conservador (¿ein?), persona juiciosa y respetuosa, patriota y socialista humanista (¿comór?) dan de sí como para hacer un cóctel de dudoso gusto y no menos cuestionable veracidad en alguien que, por otra parte, desprecia a un sindicato por español y por comunista. Sólo se me ocurre una palabra para ello: caradura. Porque algunos se esculpen el rostro a golpe de martillo y cincel a lo largo de toda su vida, y el de este buen señor es ya tarea más que acabada.

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