miércoles, 7 de julio de 2010

¿Quién es el digno?

Nuestro particular Frank Sinatra vuelve a entonar hoy, día de San Fermín, su archiconocida versión de Strangers in the night, guisando como de costumbre un potaje a su entero gusto (faltaría más), y sin perder la ocasión de repartir alguna sagrada forma a la competencia y a los políticos a quienes ha colgado el cartel de Se Busca. Frases memorables:
  • Ayer decíamos que nos dan ganas de llorar cuando contemplamos la soberanía que posee el archipiélago de las Islas Seychelles. Hoy nos dan ganas de llorar al pensar en quienes somos y en quienes están por encima de nosotros humillándonos y quienes son los malhadados dirigentes canarios que permiten que a los canarios nos humillen los españoles.
  • (...) estamos convencidísimos de que la independencia llegará porque es un mandato de la ONU.
  • (Una estrategia para lograr la independencia sería que...) los nacionalistas auténticos se agrupen y consigan entrar en las instituciones canarias, aunque no se reforme la ley que impide la presencia de los partidos minoritarios en el Parlamento. Basta con que los independentistas estén en una sola de las instituciones -cabildos, ayuntamientos, aunque si es en el Parlamento, mejor- para que desaparezca el temor que todavía sienten muchos canarios a ser dueños de sí mismos.
  • En la misma página de un diario mínimo que se imprime en Tenerife vemos a un presidente de la Comunidad canaria, concretamente Paulino Rivero, en una foto de archivo dialogando con el primer ministro de una nación próxima a nosotros que tuvo la suerte de que el país que la dominaba dejó de apretarle las tuercas y la convirtió en nación. ¿Quién es superior a quién? Por supuesto, el señor de color; dignísimo, pero ministro de una nación. Y no el otro señor, que parece mirarlo con aire superior, cuando en realidad es un político inferior por ser un súbdito sometido a la nación que nos coloniza.
  • Desde que llegó Hernández Spínola a la portavocía del PSOE en el Parlamento han entrado "garrafas" de aire fresco que han desplazado el aire viciado de don Santiago Pérez y de don Juan Fernando López Aguilar; los dos grandes enemigos de Tenerife.
Y digo yo: Las Seychelles (tal y como nos ilustraba ayer nuestro periódico favorito) son independientes desde 1976; sin embargo, el señor Rodríguez ha tenido que esperar la friolera de ¡treinta y cuatro años! para llorar al pensar en el remoto y paradisíaco archipiélago índico. Más vale tarde que nunca, sí, pero ¿en qué o en quién pensaba nuestro gran denunciador entonces? Me pregunto. En segundo lugar, que se sepa la ONU no se ha pronunciado aún sobre una hipotética independencia de Canarias, ni mucho menos existe un mandato en ese sentido. Tercero, convendría ilustrar esa reacción en cadena estratégica: desde que entre un independentista en el poder (aunque sea en el ayuntamiento de Guía de Isora, pongamos por caso), todo iría viento en popa. ¿Por qué? Cuarto, la portada de hoy de La Opinión de Tenerife (el diario a quien el señor Rodríguez dedica su amable menosprecio) recoge, efectivamente, una imagen en la que aparecen Aníbal Cavaco Silva, presidente de nuestra hermana república portuguesa (donde al parecer aprietan tuercas como nadie), José María Neves, digno él, pero presidente de color de las vecinas islas de Cabo Verde, y Paulino Rivero, independentista en la intimidad, según José Rodríguez. Finalmente, que quede claro una vez más quiénes son los demonios enemigos de Tenerife, de quien José Rodríguez es el único profeta.

Tenerife es grande.

Y mañana será otro día.

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