Gary Baldi no tiene abuela, ni falta que le hace. Ya se ocupa él mismo de echarse cuantas flores sea necesario para dejar bien claro a propios y extraños que la suya es una mente preclara, ilustrada, y llamada a ser la guía intelectual y espiritual de los patriotas canarios. Así lo proclamaba, sin recato ni rubor, hace una semana, el pasado 7 de mayo:
Pero es que además, lumbrera, Escocia no firmó un pacto de integración en el Reino Unido de Gran Bretaña, sino que conformó dicho reino al unificar su propia monarquía con la inglesa y dar lugar así a la Corona Británica. Dos países (o reinos), un solo rey. Algo muy similar a lo que sucedió en nuestro país al producirse la unificación de los reinos de Castilla y León por un lado y la Corona Aragonesa por el otro, para dar lugar a la Corona de España. En el caso británico, la unión de las coronas tuvo lugar por vez primera a comienzos del siglo XVII, en la persona de Jacobo I (de Inglaterra y VI de Escocia), casualmente miembro de la casa de los Stuart, es decir: era un rey escocés, no inglés. Diversos monarcas (la mayoría de ellos Stuart también) exhibieron la condición de reyes de Inglaterra, Escocia, y eventualmente de Irlanda a lo largo del siglo, hasta que en 1707 se firmó el Acta de Unión por parte de los dos parlamentos, el inglés y el escocés, para dar lugar a uno sólo: el británico, hasta la reciente restauración del parlamento escocés (en 1999), lo cual no ha supuesto la desintegración de Gran Bretaña, al menos de momento. Esas son la fecha y las circunstancias exactas del nacimiento de Gran Bretaña como nación unificada. ¡Dos puntos menos!
¿Cómo puede entenderse algo semejante? Muy sencillo, incluso para ti: debes tener en cuenta que, hasta la irrupción de la concepción liberal de los estados, surgida tras la Revolución Francesa. éstos se conformaban desde arriba hacia abajo. Es decir, que la persona del rey era quien daba sentido a los países, y no los pueblos sobre los que éste gobernaba, siendo ésta la quintaesencia del Ancient Régime, el cual fue barrido por los revolucionarios que tomaron la Bastilla y decapitaron a media Francia, empezando por sus reyes, y establecieron la soberanía del país en las manos del pueblo. Este concepto de los estados fue implantándose poco a poco a lo largo y ancho de Europa y el mundo en los dos últimos siglos, pero en el momento de la unión efectiva de Escocia e Inglaterra era totalmente desconocido, una auténtica utopía. Así que ¡tres puntos menos!
Así que lo siento: suspendido. Vuelva usted en septiembre con la lección mejor aprendida, y entonces hablaremos. Y perdóneme si pongo en tela de juicio su pretendida amplísima cultura.
- LOS COMENTARIOS y editoriales que publicamos diariamente o en los días señalados -o específicos, según el asunto- son escritos personalmente por el editor y director de EL DÍA y responsable único de sus contenidos, José Rodríguez. (...) en la plenitud de su razón y, como ha dicho tantas veces, conservando intactas las tres potencias del alma -memoria, entendimiento y voluntad- y de su amplísima cultura, adquirida a través de la lectura diaria de prensa, libros y de cuanto cae en sus manos, y de sus relaciones personales, tiene plenos conocimientos y capacidad para expresar por escrito sus pensamientos.
- Una de ellas [propuestas de los nacionalistas escoceses] es la promesa de convocar un referéndum por la independencia en un plazo de tiempo de más o menos cinco años y lograr así establecer la soberanía de un territorio como Escocia, integrado en el Reino Unido desde 1707 por un pacto después de graves enfrentamientos con Inglaterra.
- Por muy justas que sean las reivindicaciones independentistas escocesas, debemos tener muy presente que Escocia comparte una misma isla con Inglaterra y el País de Gales, mientras que nuestro Archipiélago se encuentra a 1.400 kilómetros de distancia -casi nada- de las costas del país que nos coloniza. Además, como señala adecuadamente Juan Jesús Ayala, Escocia se unió al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte por un pacto.
Pero es que además, lumbrera, Escocia no firmó un pacto de integración en el Reino Unido de Gran Bretaña, sino que conformó dicho reino al unificar su propia monarquía con la inglesa y dar lugar así a la Corona Británica. Dos países (o reinos), un solo rey. Algo muy similar a lo que sucedió en nuestro país al producirse la unificación de los reinos de Castilla y León por un lado y la Corona Aragonesa por el otro, para dar lugar a la Corona de España. En el caso británico, la unión de las coronas tuvo lugar por vez primera a comienzos del siglo XVII, en la persona de Jacobo I (de Inglaterra y VI de Escocia), casualmente miembro de la casa de los Stuart, es decir: era un rey escocés, no inglés. Diversos monarcas (la mayoría de ellos Stuart también) exhibieron la condición de reyes de Inglaterra, Escocia, y eventualmente de Irlanda a lo largo del siglo, hasta que en 1707 se firmó el Acta de Unión por parte de los dos parlamentos, el inglés y el escocés, para dar lugar a uno sólo: el británico, hasta la reciente restauración del parlamento escocés (en 1999), lo cual no ha supuesto la desintegración de Gran Bretaña, al menos de momento. Esas son la fecha y las circunstancias exactas del nacimiento de Gran Bretaña como nación unificada. ¡Dos puntos menos!
¿Cómo puede entenderse algo semejante? Muy sencillo, incluso para ti: debes tener en cuenta que, hasta la irrupción de la concepción liberal de los estados, surgida tras la Revolución Francesa. éstos se conformaban desde arriba hacia abajo. Es decir, que la persona del rey era quien daba sentido a los países, y no los pueblos sobre los que éste gobernaba, siendo ésta la quintaesencia del Ancient Régime, el cual fue barrido por los revolucionarios que tomaron la Bastilla y decapitaron a media Francia, empezando por sus reyes, y establecieron la soberanía del país en las manos del pueblo. Este concepto de los estados fue implantándose poco a poco a lo largo y ancho de Europa y el mundo en los dos últimos siglos, pero en el momento de la unión efectiva de Escocia e Inglaterra era totalmente desconocido, una auténtica utopía. Así que ¡tres puntos menos!
Así que lo siento: suspendido. Vuelva usted en septiembre con la lección mejor aprendida, y entonces hablaremos. Y perdóneme si pongo en tela de juicio su pretendida amplísima cultura.
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