jueves, 29 de septiembre de 2011

Chingado

Los seguidores de esta bitácora ya conocen sobradamente la historia del culebrón mexicano con el que el inefable y sin par Gary Baldi quiso ajustarle las cuentas a Paulino Rivero tras la adjudicación de frecuencias de FM que dejaba en fuero de juego a Radio El Día. Por si alguien no la conoce, la resumo telegráficamente: (i) Gobierno de Canarias adjudica frecuencias de FM dejando fuera a Radio El Día; (ii) El Día amenaza a Rivero con desvelar información sensible; (iii) El Día publica copia de poder notarial presuntamente otorgado por esposa y hermana de Rivero para constituir sociedad mercantil en México; (iv) consulado español desmiente poder a instancias del propio Rivero; (v) esposa de Rivero intenta sin éxito que El Día publique nota suya de rectificación; (vi) allegados de Rivero demandan a El Día; (vii) vista oral celebrada pasado lunes 26; (viii) juez dicta sentencia ayer, miércoles 28.

El comentario del faro chicharrero en pro de la libertad guanche oprimida se hace hoy eco de la prontitud de la justicia en fallar... en su contra. Veamos sus argumentos:
  • Pero ay de nosotros si cometemos el atrevimiento de abrir la boca para informar y opinar; es decir, para ejercer dos derechos amparados por la Constitución española, porque entonces, condena y tente tieso.
  • La mayoría de las veces la Justicia es lenta. No así cuando se trata de dictar una sentencia o resolución en contra nuestra. Apenas 24 horas después de la vista oral celebrada el pasado lunes por la demanda de doña Ángela Mena, esposa del presidente del Gobierno, contra EL DÍA por no publicar una rectificación que no fue presentada en debida forma, la jueza la ha admitido a trámite.
  • En el fondo, hasta deberíamos sentirnos orgullosos de que los pleitos relacionados con EL DÍA sean tan prioritarios en los juzgados. ¿Es porque somos el periódico más importante del Archipiélago, con 230.000 lectores diarios, o porque se quiere silenciar cuanto antes nuestra línea editorial? ¿Tanto incordiamos?
  • Insistimos en que apelaremos la decisión judicial porque no la consideramos ajustada a derecho. Apelaremos porque esperamos que se nos haga justicia en las instancias superiores. Creemos en la justicia pero no en la democracia que se practica en Canarias.
La versión alternativa es ofrecida, entre otros, por Canarias Ahora, quienes señalan que en la sentencia, la magistrada-jueza (doña María del Mar Sánchez Hierro) no ha tenido en cuenta ninguna de las alegaciones de los demandados, además de darles a éstos en salva sea la parte sobre cómo hacer periodismo (o, si se prefiere, mostrándoles cómo no se hace ni se debe hacer). La sentencia es recurrible, y a ello se acogerá la parte demandada. La condena, aún no firme, consistiría en publicar íntegramente la nota de rectificación remitida (que sí lo fue en tiempo y forma), tanto en la edición en papel como en la digital de El Día, así como, naturalmente, apoquinar los mortadelos correspondientes en concepto de costas.

Así que no es por opinar, ni por informar, ni siquiera por su patética línea editorial. Es por mala praxis profesional y por emplear el periódico que dirige como instrumento difamatorio. De momento, Gary Baldi está bien chingado. Hasta en la madre nomás. Híjole.

Esto es sólo el principio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario