jueves, 2 de agosto de 2012

Va de peculiaridades

En un tono un poco más serio, quién sabe si advertidos de lo inconveniente de su habitual verborrea de baja estofa, los señores del periódico azul, caudillo-mencey al frente, se lanzan hoy a explicar la evolución de los nacionalistas canarios, desde su nacimiento como ATI hasta la versión 3.0 actual (CC, o sea). Y tal y como suele, el conjunto de amanuenses se deja algunas perlas por el camino, que señalamos a continuación:
  • Tanto la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI) como (...) las AIC, y (...) Coalición Canaria (CC), han sido, en parte, en una gran parte, obra de EL DÍA. (...) Porque con ello creíamos que actuábamos en provecho de Tenerife y, por extensión, en beneficio de todo un Archipiélago que por aquellos comienzos de los años ochenta estaba a merced de los intereses de los dos grandes partidos estatales que aún hoy dominan políticamente esta tierra.
  • (...) vemos con enojo que CC ha encaminado sus pasos, hace ya tiempo, hacia un nacionalismo mercantilista y mafioso, donde lo que importa es conseguir una cuota de poder para cada uno de los partidos que la forman, para cada una de las islas que están representadas en ella y para cada camarilla de cada líder de cada comarca y hasta ciudad.
  • Y mientras todo esto ocurría, Canarias ha venido siendo explotada, expoliada y aplastada por el colonialismo de un Estado que no entiende de peculiaridades; que no cumple sus promesas y que nos ve como a una colonia. Por nuestra parte, la de esta Casa, lo que hemos logrado con nuestras denuncias últimamente es que una parte de CC, sobre todo su presidente y la esposa de este, arremetan en los tribunales contra este periódico por cantarles las verdades.
  • Una cosa más por el bien del Archipiélago: deberían suprimirse los ayuntamientos y dejar que gobernase un cabildo en cada isla. Eso es hoy perfectamente posible gracias a las nuevas tecnologías, que permiten gestionar municipios sin presencia física. No solo nos ahorraríamos dinero todos, sino que, además, desaparecería una clase política parásita, que está ahíta de los dineros de vecinos machacados a tasas e impuestos. Por supuesto, cada localidad conservaría sus particularidades, con su historia, sus archivos, sus distintivos, etc., y hasta su "sherif" para regular el orden, pero sin clase político-administrativa, que vive a costa del erario y que es innecesaria.
¡Pues menudo engendro el suyo, señores! Si les ha salido parricida el nene, que les ha dejado sin radio. Hasta entonces, todo mimos y besuqueos. Angela Mena y su marido les están empapelando a conciencia (y lo mejor está por llegar) por publicar mentiras disfrazadas de noticias, como todos sabemos ya de sobra. Pero el final es de traca: ¡reclamar administración propia para las islas y negarla a los ayuntamientos! Los gobernantes municipales son una clase parásita, pero los parlamentarios autonómicos no. Pues... lumbreras, puestos a ello, ¿por qué no suprimir la administración autonómica al completo? Piénsenlo: fuera Paulino, su señora, y demás caterva, nos ahorramos una pasta, y que nos pongan sólo un guanchancho con estrella para mantener en paz el cotarro. Si las nuevas tecnologías sirven para gobernar cada isla, ¿por qué no iban a servir para gobernar Canarias entera desde Madrid. como durante casi siempre? Piénselo, por el bien del Archipiélago. ¿O se les acabaría la esperanza de mantener en pie el chinguito que han disfrutado, a la sombra de su engendro, durante décadas enteras?