El pasado jueves, 24 del corriente (y ya senescente) mes de mayo, Manuel Hermoso, antaño líder de Coalición Canaria, alcalde de Santa Cruz y presidente del gobierno autónomo, saltó al candelero por unas declaraciones en las que proponía que un grancanario fuese elegido como futuro presidente del partido, deslegitimando así la hipotética pretensión de Paulino Rivero de acaparar la presidencia del gobierno y la de la formación política (presuntamente nacionalista) que le respalda. Decía Hermoso que dicha división era recomendable en aras del necesario equilibrio entre islas. Bien estará, si él lo dice. No seré yo quien entre a valorar estas cuestiones, pensando lo que pienso de los señores de Coalición Canaria. Entre otras razones, porque otros lo han hecho ya por mí.
Y es que desde el pasado jueves, los del diario azul han cargado, apuntado y disparado sin descanso sus baterías contra el antiguo capo nacionalista, involuntariamente convertido en motivo de inspiración para Gary Baldi y sus pandilleros, justo cuando su canción monotemática se volvía insoportable merced a su estúpido estribillo. Ahora, al menos, hay algo de variación en la letra. Eso sí: mínima, pues el estribillo sigue igual.
- El expresidente del Gobierno de Canarias, y exalcalde de Santa Cruz, Manuel Hermoso Rojas, ha vuelto a la actualidad estos días por algunas declaraciones polémicas. (...) Manuel Hermoso no fue un buen alcalde de Santa Cruz. No se merece que el Ayuntamiento le haya puesto su nombre a una importante avenida de la ciudad. Lo único relevante que hacía como primer edil era acudir a los locales de ensayos de las murgas del Carnaval, cuando se aproximaba esta festividad, para hacerse fotos tocando un trombón de papel. (...) Manuel Hermoso debería seguir calladito, como lo ha estado en estos últimos años, y no aparecer, como lo ha hecho ahora, en tiempos convulsos, no sea que le vaya a caer mucha porquería encima. [El Día, 25 de mayo]
- Decíamos ayer, y lo reiteramos hoy, que le convenía más, muchísimo más, a Manuel Hermoso seguir calladito como estaba. Su irrupción en la vida pública canaria nos ha traído recuerdos de su etapa como alcalde. Un período al frente de la ciudad en el que no hizo nada que mereciera la pena. Todo su interés era mantener la militancia y las simpatías de Las Palmas en las AIC. La popularidad que logró como alcalde de Santa Cruz estuvo motivada por sus frecuentes visitas a los ensayos de las murgas del Carnaval. Nada más. (...) Retamos a quien sea a que nos señale una sola obra importante de Manuel Hermoso. [El Día, 26 de mayo]
- (...) como dijo hace unos días Manuel Hermoso -callado está más guapo-, los pactos suscritos con el PSOE, el otro partido perdedor, le dan el apoyo de la mayoría de los diputados del Parlamento de Canarias. [El Día, 27 de mayo]
- Reiteramos lo dicho en días pasados: Manuel Hermoso no hizo nada digno de mención durante su etapa al frente del Ayuntamiento de Santa Cruz ni tampoco como presidente del Gobierno de Canarias. El mayor acierto de su vida política lo tuvo el día en que decidió retirarse de cualquier actividad pública. El prudente silencio que ha mantenido a lo largo de estos años ha sido muy beneficioso para él y, de manera especial, para su partido. Una prudencia a la que ha puesto fin con una serie de desafortunadas manifestaciones realizadas durante los últimos días. Por eso decimos, con el debido respeto a nuestros apreciados lectores, que Manuel Hermoso la ha ciscado.(...) En el colmo de la idiotez política, pide ahora Manuel Hermoso que el futuro presidente de CC sea de Las Palmas. (...) ¿Hizo algo de esto Manuel Hermoso cuando fue presidente del Gobierno de Canarias como militante de un partido nacionalista? ¿Hizo alguna obra como alcalde de Santa Cruz digna de pasar a la posteridad? Retamos a cualquiera a que nos señale una sola. No hizo nada salvo tocar el trombón con las murgas. Solo por los amiguismos se entiende que le hayan puesto su nombre a una avenida de la capital. Lo repetimos: que se calle porque está mejor callado. [El Día, 28 de mayo]
Y lo que te rondaré, morena. ¡Ay, don Manolo! ¿En qué momento se le ocurrió meterse en esta harina? ¿Todavía no se ha dado cuenta de quién es la única persona que en estas islas tiene derecho a amordazar a los demás y decirles que se callen, para luego protestar si lo empuran por abrir la bocaza? Tal vez sea porque no lee usted ciertos periódicos. Tal vez.