La celebración, en el día de anteayer, de la vista oral por la demanda interpuesta por Angela Mena contra Gary Baldi por el archiconocido affaire mexicano y la pertinaz negativa del benemérito mencey guanchófono a publicar el escrito de rectificación de la esposa de Paulino Rivero ha abierto de nuevo la caja de los truenos... a tres bandas. De un lado, el insigne prócer de la causa de los mártires guanches. De otro, la señora Mena y su señor esposo, flamante Dominus et rex de Coalición Canaria. Y de otro, Carlos Sosa que ha terciado en la disputa con su propia artillería digital desde Gran Canaria.
Ya he manifestado mis impresiones sobre México lindo y querido, no me gusta seguir malos ejemplos y repetirme hasta aburrir. Quien lo desee, puede refrescar la memoria sobre algunos aspectos del asunto aquí, aquí y aquí. En El Día se pasaron por el forro la norma de que quien acusa tiene que probar, justamente lo que no hicieron en la avenida de Buenos Aires: demostrar sus acusaciones, por más que afirmasen hacerse eco de lo dado a conocer por otros. Lo de Carlos Sosa también es un largo camino salpicado de ataques y descalificaciones mutuas, mucho más virulentas desde este lado de la mediana provincial.
El detonante de todo este, por momentos cansino, ménage-à.trois, es decir, la polémica concesión de licencias para emisoras de FM, conoció un nuevo episodio cuando la fiscal anticorrupción, María Farnés decidió la semana pasada actuar contra la mesa de adjudicación de las licencias, al advertir indicios de tráfico de influencias. Me sorprende que la actuación haya demorado tanto tiempo, pero bien está si se demuestra (por la vía judicial, no a base de insultos barriobajeros y matonadas de corte siciliano) que la actuación de dicha mesa tenía como objetivo favorecer a los allegados a Rivero y silenciar a sus críticos. El paulinato y los modos cesaristas del mandatario sauzalero no son cosa nueva, pero toda razón que pudiera asistir al insigne Gary Baldi a este respecto se ha esfumado por sus formas, soeces hasta la náusea.
Mientras, queden ustedes con una sabrosa colección de frases para la memoria colectiva, escritas en la carta pastoral del diario azul en su edición de hoy. Por si quedaba alguna duda, esto es ya la guerra:
Mientras, queden ustedes con una sabrosa colección de frases para la memoria colectiva, escritas en la carta pastoral del diario azul en su edición de hoy. Por si quedaba alguna duda, esto es ya la guerra:
- (...) ayer este individuo [Carlos Sosa] se superó a sí mismo a la hora de soltar sapos y culebras por su sucia boca y plumaje al servicio de Paulino Rivero, a quien tiene motivos para estarle agradecido, ya que le concedió una emisora de radio; la misma que le negaron a esta casa (...)
- (...) este periodista, un conocido pájaro tatarita de Las Palmas, no le perdona a José Rodríguez que lo haya sacado de la jaula; no del armario, sino de la jaula. Es decir, está atormentado porque ahora todo el mundo conoce su condición: estaba pasando por hombre cuando es un marica.
- (...) se está juzgando -y mortificando- a un inocente por haber publicado una noticia inocente pidiendo que algunos gobernantes que se creen muy listos respeten al pueblo que los ha elegido y los mantiene con sus impuestos.
- También se dedicó el abogado de la parte demandante a involucrar, durante el juicio, asuntos ajenos por completo a la causa, tales como la mención al pájaro tatarita de Las Palmas, así como la utilización de un diminutivo familiar pese a que existe una sentencia judicial que lo prohíbe. Un invento del pájaro tatarita de Las Palmas que intenta ridiculizar de esa manera a José Rodríguez.