lunes, 26 de marzo de 2012

Contradicciones

El asunto de las prospecciones petrolíferas está dando mucho de sí, incluyendo los siempre jugosos contenidos de las pastorales del sacrosanto apóstol-mártir-mencey (hey, hey, hey). Tras las manifestaciones celebradas este fin de semana en las islas (especialmente concurridas en Lanzarote y Fuerteventura), Paulino Rivero ha aprovechado la ocasión para desempolvar el manual del buen nacionalista y manifestar, erguido y desafiante ante el perverso colonizador y con el tono grandilocuente que tanto le gusta, que con Canarias no se juega.

Pregunta: ¿apoyan desde el diario azul las palabras del presidente? En otros tiempos, antes de que las siglas FM fuesen sinónimo de Fuerza Mayor (para atizarle duro y parejo, claro) no me cabe duda de que los voceros de la avenida de Buenos Aíres habrían amplificado y respaldado ciega y entusiásticamente las declaraciones del político sauzalero. Pero, ay, los tiempos han cambiado, y ni siquiera el viraje victimista de Paulino ha despertado la simpatía del gallinazo que todo lo ve. Muy al contrario:

(...) Lo único que han hecho los nacionalistas es llenarse los bolsillos, empezando por ese deleznable -políticamente hablando- necio que preside el Gobierno regional. Por eso decimos y repetimos que esos nacionalistas no sirven. Son una porquería política. No sirven. Nos están hundiendo en la miseria. Porque si desacertada es la negativa de España a aceptar la generosa propuesta de negociación que ha hecho Marruecos, no menos estúpida es la persistencia del Gobierno autonómico de oponerse a las prospecciones. ¿Quién coño es Paulino Rivero para oponerse a algo?

Así que la cúpula del faro nivariense apoya sin reservas las prospecciones, alineándose junto a Soria frente a Rivero a quien, de paso, le aflojan una nueva colleja. Toda una contradicción, pues ¿acaso no debería ser el flamante ministro un lacayo al servicio de la metrópoli, un traidor, un canarión siervo de un partido estatista que trabaja contra Tenerife y a favor de los colonizadores? Pero claro: si uno creyese a pies juntillas los dislates de Gary Baldi y sus pandilleros, estas palabras podrían resultar cuando menos chocantes. Como yo nunca me los he creído, pienso que los tiros van más bien por otro lado. Sí, incluso los del propio Rivero, el mismo que tanto ha luchado por el puerto de Granadilla, y a quien las playas de las islas orientales seguramente le importan un rábano frente al hecho de que los ingresos del petróleo no pasen en ningún momento por sus manos. En suma, todos reman a contracorriente de sus propias afirmaciones.

Esa es la contradictoria realidad de unos y otros.

domingo, 25 de marzo de 2012

Pregunta sin respuesta

En el editorial de hoy, los señores del diario azul se plantean las siguientes preguntas:

Sabemos que algunos canarios, todavía bajo los efectos de la narcosis inducida por los españoles, se preguntan si viviremos mejor siendo independientes. Por supuesto que sí, les respondemos. Y a quienes se preguntan qué estudios se han realizado para manifestar esto...

Para luego eludir la respuesta a la segunda cuestión:

... les respondemos siempre que España sangra nuestros recursos y luego nos devuelve las migajas que se precia de conseguir en Madrid la diputada Oramas.

Los estudios, al limbo. Nunca dejan de sorprender.

sábado, 24 de marzo de 2012

Extranjeros

O yo soy muy mal pensado, o los señores de El Día sufren una curiosa confusión de términos. Vean lo que se puede leer al comienzo del comentario de hoy:

Solo un canalla político puede hacer con el pueblo canario lo que está haciendo Paulino Rivero. No hay derecho a que la gente pase hambre o se muera en las listas de espera sanitarias, mientras este déspota político sigue aferrado al poder. Además, ha mentido al decir que en 2011 llegaron a Canarias 20.000 extranjeros para incorporarse al mercado del trabajo. Según ha señalado la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, el año pasado solo se concedieron 1.579 autorizaciones de residencia y trabajo a ciudadanos extracomunitarios. De nuevo la verdad deja en evidencia a este necio político. ¿En cuántas cosas más ha mentido Rivero?

Con independencia de que Paulino Rivero haya incurrido o no en falsedad, me llama la atención que, para estos señores, extranjero y extracomunitario sean lo mismo. ¿No habíamos quedado en que paisanos y naturales de estas islas sólo pueden ser los canarios? ¿No serían, de acuerdo con ello, también extranjeros los peninsulares? ¿Y qué hay de los ciudadanos de la Unión Europea, acaso no son extranjeros también, sean españoles o no? ¿Se ha equivocado Gary Baldi o ha mentido? Y de haber mentido, ¿en cuántas cosas más nos puede haber engañado?

jueves, 22 de marzo de 2012

Dolor de Jueves Santo

La conclusión del comentario de hoy, dedicado para variar a quien desde junio pasado le sirve de piñata, expresa en toda su crudeza la sensación de martirio, abandono y desesperación que debe sufrir en sus atormentados adentros nuestro sacrosanto apóstol, que así clama a los cielos. Perdón, a los sielos:

Paulino Rivero, [es] un incapaz, ambicioso y atrevido político -mago político- que junto con su esposa la goda se han conjurado para mandar y ultrajar despóticamente a los canarios, a la gente de bien y a los medios informativos que descubren sus vergüenzas y fechorías políticas. ¿Qué hace Coalición Canaria, esperar a junio para seguir con la misma gentuza política que padece? O ya no se puede mover porque se sabe de imposible recuperación, salvo que dé un golpe de fuerza y se sacuda la militancia de la pareja que nos ha arruinado a los canarios. ¿Será posible que este calvario dure hasta junio o, lo que es peor, tres años más? Será posible, pero los canarios de bien no lo aguantaremos. ¡Dios mío, Díos mío, por qué nos has abandonado!

Semejante demostración de éxtasis es muy propia de estas fechas previas a la Pascua, cuando los católicos se preparan para vivir las celebraciones conmemorativas de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Si esto va así a día de hoy, no quiere imaginarme el tono cuando de verdad llegue el Jueves Santo.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Cargado de (sin)razón

Gary Baldi afronta su Gaugamela particular en los tribunales. Si Alejandro Magno se las tuvo tiesas con el entonces imperio más extenso del orbe, nuestro líder guanchófono se enfrenta al Presidente del Gobierno de Canarias, que tampoco es cosa baladí. Gonzo contra La Piedra, o sea. Quizá los papeles estén invertidos, no por la significación relativa de los contendientes, sino por la trayectoria del faro de la libertad bananera de nuestras islas, quien no ha conocido hasta ahora más que reveses allí donde se imparte justicia, esa misma que dice respetar. Con la boca chica, claro.

El caso es que ayer debía celebrarse un acto de conciliación entre ambas partes, tras la querella presentada por el mandatario sauzalero contra el insigne editorialista, a quien habría acusado de intento de chantaje cuando amenazó con destapar el supuesto affaire mexicano, allá en el Rancho Grande. Paulino Rivero, por razones aún desconocidas, no compareció al acto, lo que ha motivado que el juez le haya condenado a pagar las costas correspondientes. Punto para Gary Baldi, quien no ha dudado ni un segundo en sacarle tajada:
  • El señor Rivero manifestó en su momento, tanto en el Parlamento de Canarias como en la Radio autonómica, que José Rodríguez lo había chantajeado para que le concediera una frecuencia de radio. Es decir, lo acusó falsamente de un delito, pues tal coacción es un puro montaje de un político inepto que no sabe qué más inventar para ocultar su manifiesta incapacidad como gobernante. Paulino Rivero, mostrando muy poco respeto por la Justicia, no compareció a la cita en el mencionado juzgado, motivo por el cual ha sido condenado en costas.
  • Aquí tenemos un ejemplo más del despotismo político de quien nos gobierna. ¿Tenemos o no tenemos razón cuando decimos que hay que borrar de la escena política a este pésimo gobernante, así como a la goda política de su esposa y a la caterva de ineptos políticos que lo rodean?
Conviene recordar, no obstante, que el pasado 13 de diciembre el periodista más dicharachero de Barrio Sésamo (con permiso de la Rana Gustavo, naturalmente) hizo lo propio, no ya en un acto de conciliación, sino en una vista oral. Ocurría en Las Palmas de Gran Canaria (con perdón), y quien le acusaba era Carlos Sosa, director de Canarias Ahora. Alegó nuestro emplumado líder (por aquello de los 69.000 y pico mortadelos que. si nadie lo impide, deberá apoquinar) a través de su letrado que no asistió por razones de salud, excusa a mi juicio tan cuestionable como sospechosa y que, más bien, apesta a cobardía. Puede que la incomparecencia de Paulino Rivero sea también cuestionable, pero si ello constituye un desprecio a la justicia, ¿qué hay que decir de lo suyo, maestro? ¿Acaso no fue aquello un desprecio aún mayor a una justicia de la que reniega por activa y por pasiva? ¿Dónde estaba entonces su noción de respeto? ¿Tenemos o no tenemos razón en este blog cuando pedimos que se jubile y deje de dar la vara de una vez?

¡Buen Día! Update: Me comentan (la verdad es que bien podría haberse dado cuenta un servidor) de que la incomparecencia de Paulino Rivero el martes pasado estaba más que justificada, pues ese día comenzaba el Debate sobre el estado de la Región/Nacionalidad/Lo que se quiera. Muchas gracias, Ricardo. Esto aclara mucho las cosas y deja a cada cual donde le corresponde.

lunes, 19 de marzo de 2012

Sin bola de cristal

Es más fácil leer algunas mentes que un libro de lengua para párvulos (palabra, por cierto, sinónima de ingenuo). Concluía mis reflexiones de ayer anotando que la reciente (y, añado yo, falsa y patética) explosión de Paulino Rivero sobre la autorización a las prospecciones petrolíferas en las costas de las islas orientales iba a darle renovados bríos a Gary Baldi y sus amanuenses para cascarle duro y parejo. Pues dicho y hecho. Lean:
  • Seguimos sin salir de nuestro asombro ante la osadía de Paulino Rivero -el atrevimiento es hijo de la ignorancia- al rasgarse las vestiduras porque acaba de enterarse de que somos una colonia. ¿Es que no lo somos desde hace casi seis siglos, cuando se produjo la conquista genocida sufrida por nuestros antepasados? ¿Dónde vive usted, don Paulino, en El Sauzal o en África?
  • Porque no somos ni españoles, ni europeos -aunque a usted le guste presumir de que es un europeo ultraperiférico-, los peninsulares nos tratan como lo que somos: como indígenas y africanos. Con tolerancia y conmiseración, pero como inferiores. Nos tratan de la misma forma que lo han tratado a usted siempre en Madrid, señor Rivero, aunque se presente en la capital de la metrópoli vestido a la europea y no con taparrabos como el nativo de colonia que es. Usted siempre hace el ridículo en Madrid. Acaba de hacerlo al salir en televisión gesticulando como un desquiciado.
  • La negativa tajante de Paulino Rivero es propia de un mago político y un mago, un bruto políticamente hablando no puede presidir el Gobierno de una nación importante como es Canarias.
  • Con esta fanfarronada independentista y de protesta contra el colonialismo intenta este torpe político ocultar sus reiterados fracasos como gobernante, aunque él ni siquiera se merece el calificativo de gobernante. Es una inutilidad política que no puede seguir al frente de los canarios ni un día más porque nos está empobreciendo alarmantemente. Está tratando de disimular su incapacidad política no solo ante los ciudadanos, sino ante su propio partido. Pretende que los suyos no se den cuenta de su ignorancia, su necedad y su estupidez.
Que no, señor presidente: que lo de la colonia tiene copyright. Si quiere usar el término, deberá rendir pleitesía al gran mencey y, de paso, devolverle la licencia de radio que le birló. Si no, pues ya ve a lo que se expone. Conociendo al anciano padrino , habrá más como éste. Seguro.

domingo, 18 de marzo de 2012

¡Vivir para ver!

La política da muchas, muchas vueltas. Una de las máximas de los entresijos de eso que se llama "el arte de gobernar" establece que el enemigo de hoy puede ser el aliado de mañana. Quizás por eso mismo jamás seré político, y no porque me importe congraciarme con antiguos enemigos, sino por todo lo contrario: no me gusta trocar en adversario a un amigo de un día para otro, ni siquiera en esta clase de ámbitos. Quizás en nuestro país el término enemigo no sea, después de todo, más que una ilusión; todos hemos sido testigos de apretones de manos entre dirigentes que, cinco minutos atrás, se habían lanzado mutuamente todo tipo de lindezas verbales.

Divagaciones aparte, el que suscribe se ha quedado cual piedra extraída de la Montaña de Tindaya al leer el exabrupto lanzado por Paulino Rivero a propósito de la licencia otorgada por el gobierno de la nación a la compañía Repsol para que proceda a sondear las bolsas de petróleo descubiertas frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote. Dice el presidente canario que Madrid trata a Canarias como una colonia, lo que no deja de ser una asombrosa -o no tanto- coincidencia con la verborrea habitual de nuestro gran gallinazo favorito y algunos de sus adláteres más próximos. ¡Vivir para ver!, pensé inmediatamente. Era de esperar que el Pater Canariarum no callase ante sus palabras, y así ha sido: hoy... ha hablado. Para decir esto:

Nos sorprende, por otra parte, que sea ahora y no antes cuando acusa Paulino Rivero al Gobierno de España de tratarnos como si fuésemos una colonia. A buenas horas viene a enterarse de una evidencia que pueden ver hasta los invidentes. ¿Será que es más necio, políticamente hablando, de lo que dice EL DÍA? Claro que nos tratan como una colonia, señor Rivero; llevan casi seis siglos haciéndolo. ¿Es que no lee este hombre nuestros editoriales? Y eso que se los ponemos en primera página, y en letras grandes, como se publican las noticias importantes.

Ya es tarde para que Paulino Rivero se nos haga independentista. El presidente del Gobierno regional es un déspota, siempre políticamente hablando, que ha perseguido profesional, política, económica y judicialmente al único periódico que clama por la liberación de estas Islas del yugo colonial. Ha tenido la desfachatez de acusar al editor y director de EL DÍA de chantajearlo. Lo ha hecho en el Parlamento de Canarias -un antro político por culpa de abusadores con el pueblo como él- y lo ha hecho también en la Radio autonómica; una emisora que pagamos todos para que esté descaradamente a su servicio. Tanto él como su mujer nos han llevado a los tribunales porque no toleran que les digamos la verdad en su cara.

Paulino Rivero tiene en las manos asuntos mucho más importantes que haberle brindado a Gary Baldi una ocasión pintiparada para arrearle otro variscazo. Desde la escalofriante tasa de paro en el archipiélago a las deficiencias cada vez más evidentes en servicios clave, pasando por amenazas como la posible supresión de la subvención a los billetes de avión para los residentes. Muchos asuntos a tratar con un gobierno central que, ciertamente, hasta ahora le ha hecho muy poco caso (Rajoy aún no le ha recibido después de tomar posesión de La Moncloa, lo que no deja de ser un feo). Tal vez el problema no es que el gobierno de Madrid trata a Canarias como una colonia, sino que le está cobrando a Rivero y a los suyos el apoyo político prestado por Coalición Canaria al anterior gobierno de ZP, así como la ruptura del gobierno de coalición con los populares de José Manuel Soria y el posterior pacto con el PSC-PSOE para conformar el actual ejecutivo autonómico. Y tampoco hay que olvidar que el congreso de Coalición Canaria está a la vuelta de la esquina, así que no es difícil pensar en este cabreo como un guiño a los sectores de su partido más próximos a tesis soberanistas.

Se ponga como se ponga nuestro presidente regional, es obvio que Canarias no puede decidir unilateralmente sobre las prospecciones petrolíferas, ni Paulino es quién para decidir lo que Repsol puede hacer o no. Ante la negativa de Moncloa a sus razones, ha optado por la pataleta, tomando un camino de consecuencias inciertas: proclamar que él y su partido son Canarias, cosa que sólo un iletrado podría tomarse en serio, pero que el viejo zorro de Jordi Pujol exprimió hasta el aburrimiento, identificando su persona y su gobierno con Cataluña.

¿Le saldrá bien la jugada? El tiempo dirá. Pero los próximos comentarios del diario azul se prometen la mar de divertidos.

martes, 13 de marzo de 2012

De nuevo en el lodazal

Algunos animales -sobre todo los grandes herbívoros de las sabanas africanas- tienen la costumbre de revolcarse en el lodo, allí donde lo encuentran. Sus motivos son de lo más saludable: un baño en el lodo bajo el ardiente sol africano es refrescante, y les libra o protege de los parásitos de la piel. Es por tanto natural y, como tal, sano. Por eso su instinto de conservación les mueve a ello. En el caso de las personas, sólo muy recientemente se han redescubierto los beneficios del baño de barro, ofertado por centros de estética y tratamiento. Sin embargo, existe otro baño similar, más metafórico y menos saludable: el de quienes se revuelcan en cuanto hay de sucio, bajuno y miserable en su entorno o realidad más inmediatos. Tales episodios son frecuentes cuando la persona interesada ve frustradas sus aspiraciones o sufre los reveses con los que la vida nos trata. Y voy al grano, porque ya habrán adivinado de quién hablo.

Gary Baldi está muy mosca. El motivo, como ya viene siendo norma para él, es su enésimo revés judicial (y lo que te rondaré, morena). La Audiencia Provincial de Las Palmas ha vuelto a desestimar su querella contra Teresa Cárdenes, directora de La Provincia, obligándole de nuevo al pago de las costas correspondientes, algo que ya hizo en primera instancia la magistrada Victoria Rosell, por lo que se ganó sus iras más estridentes. No sólo entienden los magistrados de la Audiencia que no hay insultos por parte de la periodista grancanaria, sino que observan evidente mala fe en nuestro gran patriarca, al aislar palabras o frases de su contexto, y así poder sostener que se trata de insultos. El caso más flagrante puede ser la pretensión garybaldiana de que Cárdenes le llamó borracho, cuando la frase exacta fue Alguien puede despertarse un día borracho de independentismo trasnochado y al siguiente elogiar los progresos del franquismo, vituperar a los habitantes de una isla, ridiculizar su nombre, mofarse de su orografía y de sus símbolos… Esa era la frase, como cualquiera puede comprobar aquí.

Pero claro, endilgarle semejante supositorio al Magnus pater Canariarum es poco menos que cometer una blasfemia. Y es entonces cuando su cacareado respeto por la Justicia salta por los aires como un ninot en plenas fallas valencianas. Juzguen:

Nos reafirmamos, porque lo podemos demostrar, en la existencia de sentencias inconcebibles contra esta casa. Sentencias en algún caso aberrantes. Sentencias politizadas o influidas por un medio informativo de Las Palmas, así como por los políticos de esa isla, que se han creído dueños de la Justicia de Canarias porque en Las Palmas está la sede del Tribunal Superior de Justicia. Ha sido en Las Palmas donde ha comenzado el desprestigio de la Justicia en este Archipiélago. El desprestigio de un respetabilísimo estamento al que tanto respetamos. Nos referimos a unos tribunales que han dejado escapar a delincuentes de la palabra escrita u oral.

Dejemos a un lado la mentirijilla de la sentencia inconcebible; es sólo cuestión de sentido común (que, en el caso del líder guanchófono, parece ser el más atrofiado de sus sentidos). Afirma claramente el prócer que la justicia en las islas está desprestigiada, manipulada y politizada. ¿Dónde está la respetabilidad? Pone bajo sospecha el ideólogo de la independencia bananera a la juez Sánchez Hierro por dictar sentencia en un par de días por el asunto de la rectificación mexicana. ¿Qué hay del respeto? Insulta a una magistrada comparándola con una meretriz, pero acto seguido vuelve a proclamar su voluntad de acatar la justicia. Y finalmente, acusa a otra magistrada de prevaricadora, y ahora resulta que la Audiencia Provincial le da la razón, dejando al ilustre gallinazo en paños muy, pero que muy menores. Aún está por ver en qué queda su peripatético intento de empurar a Carlos Sosa por llamarle don Pepito; pero previsiblemente le supondrá tener que tragarse otra caja de antidepresivos.

En suma, igual que un búfalo. Sólo que el barro ni le refresca ni le protege, sólo le mancha.

jueves, 8 de marzo de 2012

El juego de las diferencias

Hoy propongo un juego a los lectores de este blog. Para empezar, lean el párrafo que sigue, obra de la mente tripartita de nuestro sacrosanto mártir, dirigido a un colega suyo, director de un periódico de Gran Canaria (supongo que se trata de Canarias 7, aunque no estoy seguro):

(...) ¿qué entiende él por libertad de expresión? ¿Cambiar de dirección según el viento que sopla como una veleta? Porque eso es lo que ha hecho su medio de comunicación. Basta echar un vistazo a las hemerotecas para comprobar que, hasta no hace mucho, ese diario estaba a partir un piñón con José Manuel Soria. Todo eran alabanzas para el presidente regional del PP, tanto cuando era alcalde de Las Palmas como posteriormente cuando asumió la presidencia del Cabildo de la tercera isla. Sin embargo, nada es eterno y mucho menos los amores de conveniencia. Llegó un momento, siendo el señor Soria consejero de Economía del Gobierno de Canarias, en que tuvo que decir basta a las pretensiones de un empresario canarión de forzar, todavía más, las subvenciones con cargo a los presupuestos autonómicos. Entonces el dueño de ese periódico que dirige el señor que se atreve a darnos lecciones de periodismo se enfadó con el líder del PP canario. Y se enfadó tanto, que desde entonces no pierden ocasión para ponerlo a caer de un burro, si nos permite el lector utilizar un dicho popular.

Vean como queda después de hacer algunos cambios:

(...) ¿qué entiende él por libertad de expresión? ¿Cambiar de dirección según el viento que sopla como una veleta? Porque eso es lo que ha hecho su medio de comunicación. Basta echar un vistazo a las hemerotecas para comprobar que, hasta no hace mucho, ese diario estaba a partir un piñón con Paulino Rivero. Todo eran alabanzas para el presidente del Gobierno Canario, tanto cuando era parlamentario en Madrid como posteriormente, cuando asumió la presidencia de Canarias. Sin embargo, nada es eterno y mucho menos los amores de conveniencia. Llegó un momento, siendo el señor Rivero presidente del Gobierno de Canarias, en que dijo "no" a las pretensiones de un director de periódico de Santa Cruz de obtener, porque sí, la concesión de una frecuencia de FM. Entonces el dueño de ese periódico que dirige el señor que se atreve a darnos lecciones de periodismo se enfadó con el líder de Coalición Canaria. Y se enfadó tanto, que desde entonces no pierde ocasión para ponerlo a caer de un burro, si nos permite el lector utilizar un dicho popular.

Curioso, ¿no?

martes, 6 de marzo de 2012

Mentiroso y caradura

El editorial de hoy no hay por donde cogerlo. Ni con qué, salvo pinzas desechables, pues quedarían irremediablemente pringadas tras su uso. Gary Baldi (a punto de convertirse por sentencia judicial y a perpetuidad en don Pepito) recupera el tono clerical de sus mensajes para dirigir toda una encíclica a su ya atormentado público. Una auténtica pastoral en la que, cuando no recurre a sus habituales mentecateces, abiertos insultos a la inteligencia ajena, miente con tanta alevosía como para padecer en el acto priapismo nasal, como el niño de madera inmortalizado por la pluma de Carlo Collodi.

Pues bien, esta otra pluma, enmendada por sus solícitos amanuenses, ciertamente no pasará a la posteridad ni será recordada por su agudeza o elegancia, sino más bien por su estridente y soberana memez. De veras que no me gusta emplear este vocabulario, pero no puedo evitarlo al ver tanto y tan burdo intento de manipulación y, sobre todo, tan abierta mentira. Lean:
  • Aspiramos a que nuestra tierra sea una nación con su estado y, en consecuencia, dueña de todos sus recursos; tanto los actuales como los potenciales de los que tanto se habla en estos días. Recursos hoy rapiñados por la nación española para alimento de sus ciudadanos, porque no es lo mismo ser canario que ser español. Los canarios no somos españoles por mucho que lo diga la Constitución española. Una Constitución que acatamos por imperativo legal, pero que no es nuestra.
  • Todo desmiente que seamos españoles. Lo hace la geografía, pues nos encontramos nada menos que a 1.400 kilómetros de las costas de la metrópoli y a 2.000 de su capital. Lo desmiente la historia, ya que Canarias era un archipiélago libre -el formado por las Islas Afortunadas- antes de que sus habitantes sufriesen una invasión genocida que, pese a la heroica resistencia que opusieron durante casi cien años, los diezmó, los esclavizó y les robó sus tierras. Lo desmienten las leyes internacionales, pues no en vano sigue vigente la Resolución 1.514 del Comité de Descolonización de los pueblos de las Naciones Unidas que obliga a España a liberar sin demora este territorio ocupado. Lo desmiente también la economía, (...) existen estudios suficientes para demostrar que viviríamos como los habitantes más ricos del planeta.
  • La independencia es nuestra primera y absoluta medida. la independencia y la consecución de una nación con su estado. Pero si España pone dificultades a nuestra libertad (...) debemos buscar otras alternativas intermedias. Opciones que incluyen ser vecinos en condiciones de igualdad de otra nación que no tiene por qué ser tratada peyorativamente y con desconfianza.
  • Respetamos a ultranza a la Justicia universal y a la Justicia española, y la acatamos. Pero la justicia la dictan seres humanos que, como tales, son susceptibles de equivocarse o de ser influidos por la perversidad, como es el caso de este comentarista pestilente al que nos estamos refiriendo. Una persona indigna que espera, y aun desea, una sentencia favorable a su guarida, que no es otra que la cueva de la hez del periodismo (...)
  • Tuvo que llegar un pájaro tatarita de Las Palmas para que comenzara la ridiculización añadiéndole un "don" al Pepito familiar. Y todo ello en una sociedad que, justamente, cuenta a día de hoy con leyes que impiden menospreciar a alguien, ya sea por sus creencias religiosas, ideas políticas, aspecto físico, procedencia social, inclinación sexual o cualquier otra característica sea cual sea su naturaleza.
  • Nuestro periódico es leído diariamente por más de 220.000 personas; muchas más de las que siguen el digital en el que se babea cada día el pájaro tatarita o el periódico mínimo en el que escribe el pestilente de la pluma, amén de otro de los cuatro godos de la prensa. Cuatro individuos periodísticamente deleznables, como son el bembón, el traidor, el mofeta y el caoba.
  • No podemos olvidar que cinco magistrados de Las Palmas, entre ellos una jueza que a nuestro entender ha cometido tres presuntos delitos de prevaricación, declararon públicamente, nada menos que en la portada de un periódico, que José Rodríguez era racista y xenófobo; es decir, lo tildaron de delincuente sin vestir la toga; sin ni siquiera estar en un juzgado.
¿Por qué mientes tanto y tan descaradamente? ¿Por qué dices que no somos españoles por una cuestión de distancia? ¿Acaso no son portugueses los madeirenses y azoreños, pese a estar a similar distancia de las costas del país vecino? ¿Por qué te escudas en las mismas expresiones (por imperativo legal), que un grupo de terroristas y asesinos? ¿Qué te hace pensar que hablas en nombre de los canarios? ¿Por qué mientes con la resolución 1514 del Comité de Descolonización, que no reconoce a Canarias como colonia? ¿A qué viene ese engaño de que el archipiélago era libre, cuando sólo lo eran sus habitantes? ¿Qué otros estudios económicos existen, además de los pergeñados por los que comen de tu agrietada y encallecida mano? ¿De qué otros recursos potenciales disponemos, según tú mismo, además de la agricultura y el turismo (lo del petróleo es de anteayer mismo)? ¿Por qué mientes al fingir respeto por los marroquíes a quienes pretendes vendernos, si no hace tanto eran el temible invasor? ¿Por qué proclamas que respetas la justicia, cuando no haces más que ciscarte en ella un día tras otro? ¿Por qué mientes al decir que fue Carlos Sosa quien inventó el don Pepito para referirse a tu persona cuando ese honor recae sobre tu dilecto Andrés Chaves, como él mismo tuvo que reconocer ante un juez? ¿Cómo es posible que tengas la desvergüenza de reclamar un respeto que niegas a quienes insultas a diario (Paulino Rivero, Angela Mena, Ana Oramas, Javier González Ortiz, Santiago Pérez, Carlos Sosa, Francisco Pomares, Leopoldo Fernández, y tantos otros)?¿Cómo puedes negar que eres un racista y un xenófobo después de lo que tú o tus mercenarios de la pluma, por acción, consentimiento u omisión, habéis publicado en tu periódico y que está a la vista de cualquiera, hemeroteca por delante?

En suma: ¿quién te has creído que eres, so mentiroso y caradura?

lunes, 5 de marzo de 2012

Tres eran tres

Para los más maduritos, éste era el título de una serie de televisión dirigida por el inolvidable Jaime de Armiñán y protagonizada por Julieta Serrano, Emma Cohen y Amparo Soler Leal. También era el título de una película española de los años 50 que constaba de cuatro partes: una introducción y tres historias que versaban respectivamente sobre indios, monstruos y pandereta. Me ha parecido muy apropiado titular de este modo esta entrada, pues el comentario del santurrón (que no santo) apóstol de la libertad tiene hoy tres partes, tan distintas como disparatadas entre sí, y digo bien.

Una, la de monstruos. El incendiario, como es su costumbre, disfrazado de bombero:

Llevamos mucho tiempo advirtiendo de que de un momento a otro se va a producir un levantamiento violento de la población contra Paulino Rivero. Es algo que no deseamos porque siempre hemos dicho que repudiamos la violencia en todas sus formas. Nada, ni siquiera una causa justa, como es conseguir la independencia de Canarias o que el necio político que tenemos como presidente del Gobierno regional desaparezca para siempre de la escena política, justifica la violencia. Tampoco la justifican hechos tan graves como el hambre creciente de la población o la muerte de pacientes en las listas de espera sanitarias. (...) No justificamos la violencia, lo reiteramos, pero el hambre siempre ha sido muy mala consejera. Llega un momento en el que hasta los más pacíficos se hartan y se echan al monte; es decir, a la calle con el mechero en una mano y la lata de gasolina en la otra. Adelantamos desde ahora que si esas indeseables revueltas llegan a producirse, como se están produciendo en algunos países que todos tenemos en mente, los responsables de las mismas serán Paulino Rivero, su esposa Mena y todos los que forman su círculo de colaboradores; un cúmulo de gentuza política.

Segunda, la de pandereta. Singular elogio del complejo de inferioridad que, al parecer, deberemos sentir sin más los canarios en presencia de los peninsulares. ¡Bravo por el defensor de la canariedad!:

Paulino Rivero nos ridiculiza como canarios. Lo hacía cada vez que subía al estrado cuando fue congresista en las Cortes españolas. Cuánta vergüenza ajena nos hacía pasar cada vez que abría la boca. No sabía ni moverse, ni expresarse. Los canarios siempre han tenido dificultades para hablar y para expresarse con la labia que posee el peninsular, sobre todo si es godo, pero eso nunca nos ha impedido hacer un papel digno allá donde hemos ido. Los políticos peninsulares se expresan bien, aunque sus palabras muchas veces son engañosas. La misma vergüenza nos hace sentir actualmente Ana Oramas. Al igual que su jefe anteriormente, como acabamos de decir, cada vez que se dirige a la Cámara nos deja a todos a la altura del betún porque no sabe hablar. Sus palabras, políticamente torpes, nos definen como lo que somos a la vista de los peninsulares: unos indígenas que viven en un archipiélago allende los mares, cerca de otro continente que no es Europa sino África.

Tercera historia, la de indios. El cuerno de la abundancia que nos vendrá a las manos por arte de magia potagia y acabará con todos nuestros problemas en cuanto alcancemos la soñada libertad:

Europa está muchísimo mejor que España y este país, con todos sus problemas, todavía está por encima de Canarias, que es una colonia a la que sigue expoliando en gran parte porque este déspota político no ha hecho nada para conseguir la libertad de unas islas que, en el caso de ser una nación soberana y con su estado, estarían entre las más ricas del planeta. Es decir, volveríamos a ser las Islas Afortunadas. Si dispusiéramos de unos recursos que hoy se mama la Hacienda española, no tendríamos necesidad de mendigar en Bruselas las mismas limosnas que pedimos en Madrid. Dueños de nuestras vidas y destinos, disfrutaríamos permanentemente de un Estado del bienestar más absoluto.

Tres eran tres las tonterías de Gary Baldi. Próximo episodio: supuestamente, mañana.

domingo, 4 de marzo de 2012

Gary Baldi advierte...

Esta admonición puede leerse hoy en el editorial-mix con que nos obsequia el gran mencey de la avenida de Buenos Aires:

No obstante, que tengan cuidado los españoles. Si el Gobierno de la metrópoli persiste en su actitud irracional, casi diríamos que criminal, de no devolvernos la libertad que le fue robada a sangre y fuego a nuestros antepasados, es posible que ocurra en este Archipiélago lo que sucedió en Filipinas, donde el español fue borrado por el inglés y el resurgimiento del tagalo, que es la lengua local; la que los invasores coloniales españoles intentaron erradicar. Hablaremos el guanche o el inglés, pero terminaremos por despreciar el español al igual que hicieron los filipinos. Pero no queremos llegar a eso. Si no nos obligan, nuestra intención es conservar la lengua, la cultura y las relaciones políticas -y de toda índole- con España. Eso sí, siempre y cuando este país, hoy abusadoramente colonialista con nosotros, nos dé facilidades para acceder a nuestra libertad, nuestra identidad y nuestra dignidad. Es decir, si nos devuelve lo que nos pertenece porque lo teníamos antes de la invasión genocida. En nuestro pasaporte ha de figurar que nuestra nacionalidad es la canaria y no la española, porque esa es una mentira que no se cree ningún habitante ni de Europa, ni del mundo.

Si lo que decía Andrés Chaves (cuando le curraba a Gary Baldi, entonces rival periodístico) es cierto, el personaje malamente puede expresarse en francés, pese a ser idioma de su gusto, según confesión propia. No quiero imaginarme el bochorno que le supondría tener que expresarse en la lengua de Shakespeare. Por no decir en guanche, una lengua que no sólo no existe ya como vehículo de comunicación entre personas, sino que tiempo antes de la conquista castellana había dejado de ser idioma único, por la fuerza del aislamiento entre los pobladores de las distintas islas.

Puestos a hablar de mentiras, conviene recordar que la reacción de los aborígenes ante la invasión y conquista extranjera no fue única, de ahí la existencia de los bandos de paz y de guerra. Recuérdese que a Alonso Fernández de Lugo le acompañaron contingentes de guanartemes y gomeros en la embestida final que habría de rendir la isla de Tenerife. Por último, nótese la habitual y patética arrogancia del personaje, queriendo hablar en el nombre de los actuales canarios. Se siente la sombra de Cubillo tras esa mendaz y vil parla. ¡Vive Dios!

Que no aprendes, Pepito. Venga, castigado otra vez a la pared.

sábado, 3 de marzo de 2012

¿Nuevo récord?

Hoy se ha celebrado un nuevo episodio judicial en el que Gary Baldi, como es habitual, ha sido protagonista de excepción. El insigne prócer de la patria canaria sojuzgada y colonizada presentó una demanda contra el periodista Carlos Sosa, por referirse a él como Don Pepito, alegando que atentaba contra su honor. La cosa, según la versión que nos da Canarias Ahora (falta el punto de vista del faro nivariense), quedó en que (i) el letrado de la acusación no pudo demostrar que Sosa haya atentado contra la dignidad y el honor del gran maestro de Jedi; (ii) la fiscal pido que se archivara el caso, en tanto que el abogado del periodista grancanario afirmó que se trataba de una tomadura de pelo a la Justicia; (iii) actuó como testigo de la defensa (es decir, del propio Sosa) nada menos que Andrés Chaves, escribiente de honor del diario azul, quien no tuvo más remedio que reconocer que él mismo, años ha, había calificado del mismo modo al hoy anciano mártir de la causa patria (osea, don Pepito), amén de otras lindezas escritas que, felizmente, han perdurado en las hemerotecas hasta ser resucitadas hoy (o ayer, más bien).

Lo mejor de todo es que alguien se acordó de que el pasado jueves, el ínclito pater Canariarum escribió lo siguiente, en clara alusión al juicio celebrado:

(...) ya sabemos que el juicio del viernes lo tenemos perdido de antemano. No nos extrañaría que la sentencia ya estuviese medio redactada.

Según cuenta Sosa, el juez mostró cierto interés por el comentario, hasta el punto de que Gary Baldi tuvo que explicarse, diciendo que no era más que una suposición. Ignoro si el magistrado se tomará la molestia de hacer pública la sentencia este mismo sábado. De hacerlo, batiría la marca establecida por la juez Sánchez Hierro, quien ya condenó a nuestro amado apóstol, sentencia de por medio, en un plazo de 48 horas tras la conclusión del juicio por la rectificación que no tuvo a bien publicarle a Angela Mena. Tampoco sé si redactar una sentencia en un caso aparentemente tan claro llevará mucho tiempo. Intuyo, huelo en el aire, algo me dice, que los 5000 euracos que solicita Gary Baldi se van a ir al limbo y que, por el contrario, le tocará una vez más abonar las costas del juicio.

Se admiten apuestas.