Aquellos que, lejos de lo que pretende el choco de la avenida de Buenos Aires, tenemos muy a bien sentirnos tan canarios como españoles y, por lo tanto, rechazamos la idea de constituirnos en república bananera lorenzana, bajo la atenta mirada del ministro de propaganda de la plutocracia nivariense, estamos de enhorabuena. Tras leer las parrafadas de hoy, en las que el cefalópodo vuelve a insistir una vez más en las iniquidades de Coalición Canaria y sus dirigentes, hallamos esta traca final con referencias claras a Gran Canaria:
Que lo sepan los que dicen que nos excedemos con Las Palmas. Lo de que el "gran" es indebido ya lo admite todo el mundo. Con lo de "los secarrales" parece que no están de acuerdo algunos. En la peligrosidad están de acuerdo algunos y otros no. Y en cuanto a los montes, no hay acuerdo ninguno porque Canaria está calva de montes y no es la primera isla del Archipiélago, como pretenden los dirigentes canariones "grancanarios", sino la tercera y de esa posición no debe pasar nunca. No nos apeamos en decir que Canaria es una isla fea y desangelada. Decir esto no supone despreciar a la tercera isla, sino manifestar que debe mantenerse en su posición; que no intente ser hegemónica y que, en el caso de que lo intente, que no se lo toleren los políticos de uno y otro partido. No son tolerables esas ínfulas porque en Tenerife, y en las otras islas, viven personas que no son menos que los canariones, por mucho que ellos se tilden de "grancanarios" y se crean mundiales del mundo mundial. Constituyen los políticos de Las Palmas, junto con el déspota, necio, torpe e incapaz que nos gobierna, la principal baza de los españoles para mantenernos colonizados.
Dicen que los pulpos son animales inteligentes, y por eso dudo que Gary Baldi vaya más allá de un choco en una imaginaria escala evolutiva. Hábil para disfrazarse, sí, como cuando calificó a las fuerzas armadas españolas de ejército de ocupación y luego se cuadró, bien firme y tieso, cuando Emilio Pérez Alamán, antiguo Capitán General de Canarias le llamó a capítulo. Se comporta como un choco que salpica borrones de tinta en un vano esfuerzo por disimular su intelecto dañado. Porque si pretende hacer patria y conseguir la independencia dividiendo y enfrentando a los canarios, entonces su ideal de república está lejano, muy lejano. Tanto como la galaxia de Luke Skywalker y Han Solo. Y el wookie Chewbacca, claro.
Que lo sepan los que dicen que nos excedemos con Las Palmas. Lo de que el "gran" es indebido ya lo admite todo el mundo. Con lo de "los secarrales" parece que no están de acuerdo algunos. En la peligrosidad están de acuerdo algunos y otros no. Y en cuanto a los montes, no hay acuerdo ninguno porque Canaria está calva de montes y no es la primera isla del Archipiélago, como pretenden los dirigentes canariones "grancanarios", sino la tercera y de esa posición no debe pasar nunca. No nos apeamos en decir que Canaria es una isla fea y desangelada. Decir esto no supone despreciar a la tercera isla, sino manifestar que debe mantenerse en su posición; que no intente ser hegemónica y que, en el caso de que lo intente, que no se lo toleren los políticos de uno y otro partido. No son tolerables esas ínfulas porque en Tenerife, y en las otras islas, viven personas que no son menos que los canariones, por mucho que ellos se tilden de "grancanarios" y se crean mundiales del mundo mundial. Constituyen los políticos de Las Palmas, junto con el déspota, necio, torpe e incapaz que nos gobierna, la principal baza de los españoles para mantenernos colonizados.
Dicen que los pulpos son animales inteligentes, y por eso dudo que Gary Baldi vaya más allá de un choco en una imaginaria escala evolutiva. Hábil para disfrazarse, sí, como cuando calificó a las fuerzas armadas españolas de ejército de ocupación y luego se cuadró, bien firme y tieso, cuando Emilio Pérez Alamán, antiguo Capitán General de Canarias le llamó a capítulo. Se comporta como un choco que salpica borrones de tinta en un vano esfuerzo por disimular su intelecto dañado. Porque si pretende hacer patria y conseguir la independencia dividiendo y enfrentando a los canarios, entonces su ideal de república está lejano, muy lejano. Tanto como la galaxia de Luke Skywalker y Han Solo. Y el wookie Chewbacca, claro.