sábado, 31 de diciembre de 2011

Patinazo de fin de año

Después de olas, rayos y truenos viene la relativa calma, o así suele suceder. El tono del último comentario con que el gran Gary Baldi nos ha querido obsequiar este año desprende mucha más serenidad que la furibunda diatriba de ayer. Tanta, que hasta vuelve a dirigirse a Paulino Rivero como don Paulino, para lo cual han tenido que pasar meses. Bien está, y mejor estaría aún si esta actitud se prolongara en el tiempo, algo poco previsible, conocido el personaje. A cambio de relajar el tono hacia el primer mandatario de las islas, a quien vuelve a recomendar el exilio voluntario en compañía de su esposa, el magno prócer se queja de las subvenciones que el gobierno autónomo, según él, dedica ahora a un periódico local, empleando el dinero de todos incluido el suyo. Cuando era él destinatario de las jugosas subvenciones, el pecunio público estaba más que bien aprovechado, naturalmente.

Pero lo mejor es que, llevado por la pasión y el arrebato que generan en él los deseos de lograr la ansiada independencia, se nos mete a John Carter y pega un brinco interestelar:

La independencia es la única llave capaz de abrir la puerta de nuestro futuro. Siendo libres, teniendo identidad propia en Europa y en el mundo, seremos los dueños de nuestros recursos y podremos vivir como lo hacen los planetas más ricos de la Tierra.

Ya ven: nobles ambiciones de dimensión galáctica. Marte se tornará rosado de pura envidia, y haremos que Júpiter se trague su atmósfera para convertirla en flatulencias, tanto será nuestro poder. No se preocupe, amigo, todos sabemos que en realidad quería decir Sistema Solar en vez de Tierra.

En fin, dejemos a un lado a nuestro editorialista más dicharachero y delirante. Feliz año nuevo a todos. Y sí, también para él: que recupere la cordura, si es que alguna vez la tuvo.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Revolcándose en el lodo

Algunos párrafos del nauseabundo comentario de hoy hablan por sí solos:
  • ¿Es posible que suenen las doce campanadas de fin de año sin habernos librado de esta pareja, políticamente cortada siguiendo un perfil rumano? ¿Va a seguir permitiendo el pueblo canario que un analfabeto político continúe decidiendo sobre vidas y haciendas de quienes habitan esta tierra? Este torpe político tiene que dejar el cargo cuanto antes porque no sabe lo que se trae entre manos. Cada día que siga al frente del Ejecutivo autonómico es un día aciago para Canarias y los canarios. Unas Islas con dos millones de habitantes, una nación a la que solo le falta su Estado para ocupar el lugar que le corresponde en el mundo, no puede estar al albur de lo que decida un bruto político o, lo cual es peor, de lo que le dicte su esposa. Sabemos que en CC hay personas valiosas, al igual que las hay en el Gobierno autonómico. Sin embargo, no pueden hacer nada porque el déspota político impone su voluntad de manera dictatorial. ¿Cómo CC puede mantener en su cúpula a este iletrado político?
  • ¿Cómo un hombre al que políticamente solo podemos calificar de rumano, estalinista, déspota, autoritario, con ínfulas de reyezuelo y otros calificativos que hoy preferimos ahorrarnos, pacta con los perdedores solo para perpetuarse en el poder, insensible por completo al daño que le hace a Canarias y a los canarios, e incluso a su propio partido?
El abajo firmante se pregunta si algún fiscal no debería estar ya empapelando de una dichosa vez a este individuo, auténtica lacra maloliente de la sociedad tinerfeña. Es inadmisible que un día sí y otro también se profieran estos y otros insultos contra el presidente del gobierno regional y su esposa, ocupando cargos públicos tras ser elegidos de forma democrática, y nunca a la rumana como vocifera Gary Baldi. La libertad de expresión no puede amparar este continuo atropello, toda vez que se rebasan ampliamente las líneas del respeto y la convivencia, que son pilares fundamentales de este sistema democrático que ha venido a reemplazar a largas décadas de dictadura. Claro que siempre hay alguien que de estas y otras cosas aún no se quiere enterar. Como tampoco del hecho de que Paulino Rivero SIEMPRE (y no sólo ahora) ha pactado con los perdedores para estar donde está. Claro que al PP hay que dedicarle las succiones de turno, no vayamos a quedarnos sin asidero.

Paulino Rivero y Angela Mena pueden no ser los mejores o los más adecuados (de hecho, quien escribe piensa que, al menos él, no lo es), pero eso es una cosa y otra muy distinta verter sobre ellos tal torrente de descalificaciones, así como pretender (ayer y anteayer) que sean expulsados a empujones no sólo de sus cargos, sino también del archipiélago, para después añadir, en un alarde del más sucio cinismo y la peor caradura no exentos de xenofobia, que en el diario azul no se defiende la violencia, incurriendo así en flagrante y evidente MENTIRA:
  • Para salir del pozo de miseria al que nos han arrojado hay que expulsarlos del Gobierno. Paulino Rivero y su esposa no pueden seguir ocupando cargos públicos después de lo que han hecho y siguen haciendo. Hay que echarlos a empujones, lo reiteramos, no solo del partido sino del Archipiélago. El ave exótica de Ángela Mena sobra en esta tierra.
  • Es impensable que esta pareja al mejor estilo del totalitarismo rumano siga en el Archipiélago una semana más. Si no dimiten los dos de forma inmediata y se exilian, habría que echarlos a empellones pero sin violencia, porque las actitudes incívicas nunca las hemos justificado ni lo haremos jamás.
Lo único bueno del basuriento comentario de hoy es que, bien al final, se puede leer la única frase honesta (por más que rezume veneno) sobre la causa cierta de todo:

(...) nos puede el rencor porque fuimos víctimas de un atropello imperdonable, irracional y propio no solo de un déspota político sino también de alguien que no tiene dos dedos de frente. Quitarle a EL DÍA la emisora de radio más prestigiosa del Archipiélago es un crimen imperdonable que nunca olvidaremos en esta casa.

jueves, 29 de diciembre de 2011

No te quieres enterar...

En tiempos de crisis, y en medio de una guerra a muerte con los protectores de otros tiempos, sin duda más dichosos, Gary Baldi ha optado por arrimarse al sol que más calienta, tan azul como el logo de El Día. Si Ricardo Melchior, Wladimiro Rodríguez o Fernando Clavijo han dejado de ilustrar las columnas de opinión del faro nivariense a requerimiento del pérfido Paulino, no pasa nada: ahí están prestos Antonio Alarcó y Cristina Tavío para suplirles. Y amor con amor se paga, por ejemplo con la encendida defensa del primero, senador y consejero popular en el Cabildo tinerfeño ante las sospechas de malversación de fondos, o el permanente recordatorio (el último eco, ayer) de que deberían ser los candidatos populares quienes presidieran las instituciones regionales y locales.

Lo de hoy confirma que las succiones de vaivén han cambiado de beneficiario. El empalago llega (¡pásmense!) incluso a soñar con los populares como valedores de la independencia de las islas. ¡Qué poco lejos llega la necesidad! En el limbo quedó la matraquilla, tantas veces reiterada, de que no se podía confiar en el PP, un partido "estatista" perteneciente a un lejano país colonizador, defensor a ultranza de la unidad de España, y por ende incapaz de comprender que estas islas no le pertenecen, y cuya sede regional está, Vade retro, nada menos que en la isla de los secarrales. Pasen y lean:
  • Confiamos en el nuevo Gobierno de España, que a la fuerza -no por voluntad propia- es nuestro Gobierno hasta que alcancemos esa ansiada, inaplazable e inevitable soberanía.
  • El Gobierno de Mariano Rajoy es muy distinto del que preside Paulino Rivero. En Madrid hay ahora un Gabinete formado por hombres y mujeres con mucha preparación y con demostrada valía política.
  • (...) nuestra independencia llegará por esa vía no violenta de la mano de los patriotas. De la mano incluso de los españoles de buena voluntad. Incluso de la mano de Rajoy. ¿Por qué no?
Yo le cantaría a Gary Baldi aquello de No te quieres enterar, ye-yé / Que el Partido Popular, ye-ye-ye-yé / Es un partido estatista / Que no quiere independentistas / Así que deja, deja tranquilo al PP / Deja tranquilo al PP . Por su parte, estoy convencido de que los señores del PP son conscientes de que El Día es el amigo de hoy y el demonio de mañana, así que ya tendrán el suficiente cuidado. Que le pregunten si no a Paulino.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

¡Paparruchas!

Si las acciones en bolsa subiesen al ritmo que lo hacen los tizonazos de Gary Baldi en sus comentarios y editoriales, sería muy fácil pegar el pelotazo del siglo en poco más de cuarenta y ocho horas, tantas como necesitó la juez Sánchez Hierro para empurarle. Ni siquiera eso que se llama espíritu de la Navidad parece apenas calentar las entrañas de nuestro singular Ebenezer Scrooge, más enrocado que nunca en sus ígneas soflamas. Lo de hoy viene a ser un greatest hits de las migrañas que le aquejan:
  • En Canarias la culpa [de la mala situación económica y social] la tiene, insistimos, quien está gobernando con trampas, pues perdió las elecciones al igual que las perdieron sus socios de Gobierno. Están gobernando sin la preparación necesaria para dedicarse a la política. Son analfabetos políticos y hasta nos atrevemos a decir que también culturales. Les falta inteligencia. Son torpes, necios y hasta déspotas. Creen que se las saben todas y no saben nada. Para salir del pozo de miseria al que nos han arrojado hay que expulsarlos del Gobierno. Paulino Rivero y su esposa no pueden seguir ocupando cargos públicos después de lo que han hecho y siguen haciendo. Hay que echarlos a empujones, lo reiteramos, no solo del partido sino del Archipiélago. El ave exótica de Ángela Mena sobra en esta tierra. ¿Cómo es posible que Canarias haya caído en manos de dos déspotas que se han creído dueños de vidas y haciendas?
  • La situación de la Justicia es otra lacra que tiene Canarias. Si alguien cree que somos exagerados, ahí está el gabinete jurídico de nuestra casa para mostrar toda una colección de sentencias inconcebibles; sentencias que son ejemplos de lo que nunca debe hacer un juez o una jueza. (...) Una justicia en manos de una jueza, de una fiscal y de un periquito que se refugia entre las faldas de ambas como un niño asustadizo y llorón. Un niñito malcriado y avergonzado de ciertos antecedentes, pero beneficiario de una radio que le quitaron a EL DÍA. También tenemos presente la sentencia contra nosotros dictada por una magistrada en menos de 24 horas; algo que dejó perplejos a todos los profesionales que realizan su cometido en los tribunales canarios. Asimismo citamos el caso de una juez que no se inhibió a la hora de dictar sentencia contra José Rodríguez, pese a que había sido denunciada por el editor de EL DÍA.
Como decía, ahí están los tres espectros que cada noche turban el sueño del caudillo de la avenida de Buenos Aires: Paulino Rivero (en tándem con su señora), Carlos Sosa (ídem, con la suya) y la Justicia (como en Fuenteovejuna: leña al mono, y todos a una). Sobre estos pilares se han sustentado la inmensa mayoría de editoriales y comentarios dictados por el mártir de la causa nivariense durante este año que ya agoniza, machacando sin piedad retinas y cerebros ajenos. Por mi humilde parte, siento la tentación de sugerirle que, tal vez, si dejara de insultar a los demás empleando ese tono mafioso y chabacano, si renunciara a la tentación de fabricar montajes como el de México, si realizara críticas inteligentes en lugar de campañas de acoso y derribo, si fuese lúcido y valiente en lugar de victimista y demagogo, si asumiera de una vez que ya ha dejado de ser un poder fáctico, si afinara el tono y la calidad de su prosa, su suerte podría ser distinta. Pero mucho me temo que, enfrentado ante esta realidad y cegado por su rabia y soberbia infinitas, el anciano limitaría su respuesta a una sola palabra:

¡Paparruchas!

lunes, 26 de diciembre de 2011

¡Tendremos nueva reina!

En estas fechas señaladas, Gary Baldi sabe ya que ha perdido el favor de los que antaño fueran sus particulares dioses protectores. Sumido en el más negro de los pesimismos por el mantenimiento del estatus colonial de nuestras Islas Afortunadas, se nos descuelga con la siguiente primicia informativa:

(...) después de un breve paréntesis de actividad porque en este país se trabaja poco, llegarán los Carnavales. Desde ahora nos vemos en la triste obligación de comunicarles a nuestros lectores que EL DÍA no puede colaborar este año con la elección de la reina del Carnaval. No lo hará porque ya vaticinamos cuál será el resultado, después de que un periódico, amparado y subvencionado por el Gobierno regional y la cúpula de Coalición Canaria (Melchior, Oramas, Bermúdez, Barragán, Clavijo y González Ortiz, entre otros), haya decidido presentar una candidata. Da igual cual sea el diseño del traje de esa reina: llevará premio porque las presiones serán muy fuertes. En esas condiciones no queremos competir. Durante varios años seguidos, la candidata de EL DÍA ha sido elegida reina del Carnaval. Cuando la situación vuelva a ser la que era, es decir, una situación de equidad y justicia para todos, volveremos a este certamen.

Osea, que si tengo opciones de seguir ganando, voy; si no, paso. Como antes me subvencionaban a mí, ganaba un año tras otro. Ahora que los dineros van a otros, me desaborro. Cuando las aguas vuelvan a su cauce, es decir, cuando se sepa de antemano que el ganador será El Día, ahí me reengancho. Ciertamente ejemplar, el sacrosanto susodicho. Como de costumbre.

¿Y no será (me pregunto) que cada vez le quedan menos perras por cuenta de los juicios que pierde un día sí y otro también? Así está él tan pocho...

jueves, 22 de diciembre de 2011

Y el Gordo de Navidad es para...

Se ha hecho pública la sentencia de la demanda planteada por Carlos Sosa frente a Gary Baldi la semana pasada. En ella, la fiscal solicitaba una indemnización de 100.000 euros por los continuos insultos proferidos por el insigne mártir de la independencia bananera hacia el periodista grancanario. La cosa ha quedado en unos 69.000 y pico, más de 11 milloncetes de las antiguas pesetas. Y la reacción del pater Canariarum no se ha hecho esperar, calificando la sentencia de injusta, asombrosa y desproporcionada y anunciando, como era de esperar, que la recurrirá. Nada que ver con lo escrito el día después del juicio:

El juicio, como decimos, se celebró. Cuando el juez dicte sentencia la acataremos. Y si no estamos conformes con ella, ejerceremos el derecho legal de recurrirla hasta donde judicialmente podamos llegar. Quedamos, por lo tanto, a la espera de la decisión del magistrado.

Pues bien, habrá que recordarle a nuestro sacrosanto defensor que acatar significa aceptar con respeto y sumisión una norma u orden, según el diccionario de la R.A.E. ¡Viva el respeto a la sentencia! Y por cierto, ya que lo menciona: el de la R.A.E. es ese mismo diccionario al que el faro de la libertad guanche pretende acogerse para hacernos creer que cuando llamaba chulón a Carlos Sosa, en realidad quería decir que andaba por ahí en cueros, y no que estaba chuleando a su pareja, en este caso a una jueza. Esto sí que es un insulto en toda regla a la inteligencia ajena (porque es falso de todo punto). Y, haciendo gala de su sin par gallardía, vuelve a insistir en que lo de mariconsón iba en plan de coña. No pasa nada, colega, fíjate tú la gracia que se me ocurrió el otro día: llamarte bujarrón, por si alguien no había entendido lo de mariconsón. Chorradas propias de la edad, tú sabes. Así que pelillos a la mar, Carlitos, no es más que una coñada, seguro que hasta tu señora lo comprende. ¡Cobarde sin entrañas, irresponsable y mentiroso, que cuando tiene que dar cuenta de lo escrito se oculta como lo haría un crío asustado tras las faldas de mamaíta! Puede que Carlos Sosa no sea un santo, pero meterse de este modo en su vida personal merece el castigo recibido.

Pero vamos a más:

Cabe recordar que en su día la revista satírica "El jueves", de forma concreta sus humoristas Guillermo Torres y Manuel Fontdevila, fueron condenados judicialmente a una multa de 3.000 euros por injurias a la Corona, al publicar una viñeta en la que se veía a los Príncipes de Asturias fornicando de manera obscena. Viñeta en la que tanto el heredero de la Corona como su esposa estaban perfectamente identificados. A José Rodríguez lo ha condenado un juez, nos dicen que miembro de Jueces por la Democracia, a 69.803,83 euros sin haber citado nominalmente a nadie. Dicho de otra forma, la dignidad de nuestro demandante vale 23 veces más que la del futuro jefe del Estado español.

Sí, esa fue la sanción por una portada de pésimo gusto. Contraproducente, pues no hizo más que estimular las ansias de muchos internautas (yo entre ellos) por conocer qué pintaban los susodichos en la portada de marras. También cabría recordar que la sanción no quedó ahí, sino que implicó también el secuestro de la edición de la revista satírica, ordenado por el juez del Olmo, con lo que la broma probablemente les salió por bastante más de 3.000 pavos. En cualquier caso, la sentencia supone un toque serio de atención a Gary Baldi y los suyos, pero sobre todo a él. Es desproporcionado insultar a alguien llamándole homosexual (o bisexual, o lo que sea) frente al empleo habitual de un diminutivo (Don Pepito) por el que el director-editor-führer-jefazo del periódico azul es conocido no ya en Gran Canaria, sino en toda Canarias. A ver si navega un poco por la red y se da cuenta de una puñetera vez, y a ver si piensa querellarse contra todo pichipata que hace uso del diminutivo de las narices. No creo que tenga los clorocos necesarios.

Esto es deprimente y amenazador; es para que tanto las personas como las empresas abandonen Canarias para siempre, porque está clarísimo que no nos dejan vivir en nuestra propia tierra. A tanto llega la tortura que nos impone el colonialismo.

Pues nada, haga usted las maletas, maestro. Y perdóneme si no voy a despedirle. Sinceramente, creo que Tenerife y Canarias estarían mucho mejor sin usted y su abyecta línea editorial. Y de paso, haga un poco de autocrítica. No se engañe, no es cuestión de colonialismo. A lo mejor, el único que insulta es usted, y encima pretende que los jueces le rían las gracias. Pues fíjese: va a ser que no. Disfrute del premio gordo, caballero, y piénselo mejor antes de meterse así con los demás, que en el peor de los casos nunca se atreven a asomar el hocico por su vida privada.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Lecciones de respeto

Gary Baldi, hoy:

Hemos expresado en repetidas ocasiones que esos editoriales, en los que jamás se ha citado al director de un diario digital de Las Palmas, surgieron como respuesta a los continuos ataques contra EL DÍA y su editor del responsable de dicho diario; a los continuos intentos de denigración de José Rodríguez, contra el que ha empleado toda clase de calificativos.

Dejando a un lado la mentira (tralará) que supone afirmar algo semejante, comprobemos una vez más el rostro pétreo de nuestro insigne e ilustre apóstol al leer las estrofas que ayer mismo dedicaba su dilecto y fiel Andrés Chaves, refieriéndose, cómo no, al director de ese medio digital (pido perdón anticipadamente por reproducir algo así, pero dadas las circunstancias, lo veo necesario):

Me han enviado unos bonitos versos, que tengo el gusto de dedicárselos al tipo ese del periódico digital de Las Palmas que día sí, día no, se mete conmigo en su bodrio top. Un imbécil que cree que todo el mundo es corrupto y que él, socialista de pro, es el adalid de la honestidad. Mentecato. Los versos, muy apropiados para la ocasión, dicen así: "¿Por las zonas poco hidalgas, que ocultan los calzoncillos? ¿Por mitad de los fondillos? ¿Por en medio de las nalgas?/ ¿Por la entrada más secreta? ¿Por donde el gay toma afecto? ¿Por el extremo del recto? ¿Por donde la gente excreta?/ ¿Por donde se expele el gas? ¿Por las regiones traseras? ¿Por entre las posaderas? ¿Mismamente por detrás?/ ¿Por donde a veces atufa? ¿Por donde el amor es griego? ¿Por el único ojo ciego? ¿Por la misma retambufa?". Bueno, pues uno se queda aliviado cuando larga estas estrofas llenas de romanticismo. A ver si este idiota reflexiona y cambia de vía y deja a uno tranquilo ya. O, aunque no cambie de vía, porque se ha dicho siempre que cuando se cruza la raya nadie regresa. Así, que calladito, mentecato, y a tomar por donde te gusta.

Sobra cualquier comentario adicional.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Gary Baldi forever!

Para llenar su comentario de hoy, Gary Baldi se inspira una vez más en el juicio celebrado el martes, in absentia sua, en la capital grancanaria. Señalemos algunos pasajes del texto con el que el diario azul nos regala los sentidos:
  • A nosotros, por referirnos a esa persona condenada [Carlos Sosa Báez, por primera vez citado de modo explícito] varias veces por intromisión en el honor de gente respetable, e incluso por calumnias graves contra un político, como chulón, capicúa y mariconsón nos pide una fiscal 100.000 euros, amén de 10.000 más por sendos artículos de nuestros columnistas Andrés Chaves y Ricardo Peytaví (...)
  • (...) también por sus [de Carlos Sosa] continuos intentos de denigrar a José Rodríguez utilizando un diminutivo circunscrito exclusivamente a su ámbito familiar. Únicamente nos queda la satisfacción de que el juicio, motivado por su demanda contra EL DÍA, lo ha descubierto y estigmatizado socialmente en Canarias. No hemos sido nosotros quienes hemos revelado la identidad del chulón, capicúa y mariconsón.
  • (...) la fiscal se extendió durante más de un cuarto de hora en sus consideraciones acusatorias. Es decir, el Ministerio Público empleó la mayor parte del tiempo de la acusación. ¿Qué interés tiene la fiscal en contra de EL DÍA? ¿Estamos ante un claro caso de corporativismo entre fiscales y jueces?
  • (...) José Rodríguez es persona íntegra, honrada y a distancia astronómica de la hez del periodismo que lo denuncia y que aplaude a los sucios. También es un hombre inteligente; sumamente inteligente. De inteligencia y patriotismo superiores, que ha llevado el periódico a las más altas cotas de su historia y por el que labora para mantenerlo en pie otro siglo. Porque José Rodríguez vivirá otro siglo conservando intactas las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad.
Si los jueces han condenado a Carlos Sosa por haber injuriado y calumniado, ¿por qué no iban a hacer lo propio con El Día, cuando su jefazo se prodiga en insultos cual fuego graneado un día tras otro? Y en el caso concreto del director de Canarias Ahora, metiéndose sin tapujos con su vida privada o sus supuestas preferencias sexuales, para colmo por parte de alguien con un concepto tan retorcido de la homosexualidad. Dice el editorialista que llamarle don Pepito equivale a denigrarle. Pues no sé a qué espera para llamar a toda su familia a capítulo y ponerles tiesos como velas. ¿Qué es eso de denigrar al padrino? ¡Más respeto, hombre! Que va a vivir otros cien años, inteligente, lúcido y totipotente (¡vaya Narciso!).

Otro siglo, dice. Con dos clorocos. Será la longevidad propia del mal bicho.

jueves, 15 de diciembre de 2011

A la ofensiva

La paciencia tiene un límite, para todos y para cualquier situación. Nadie tiene los arrestos del santo Job para soportar eternamente las desdichas y sinsabores que el destino, Dios, el azar, o la madre del cordero puedan depararnos en esta existencia, y es de natural y humana condición rebelarse ante las injusticias y jugarretas que otros pergeñan contra nosotros, sobre todo si nuestra causa (una, grande y libre) es, por encima de todo, justa. Por eso lucharemos, lucharemos contra nuestros enemigos, que también lo son de esta tierra guanche y santa. Amén.
  • Sin embargo, durante la celebración de ese juicio [Las Palmas, anteayer] un individuo (...) calificó a José Rodríguez de xenófobo y racista. (...) De acuerdo con el ordenamiento jurídico español, (...) la xenofobia y el racismo constituyen delitos recogidos en el Código Penal. También determinan dichas leyes españolas que acusar a alguien de un delito sin pruebas constituye a su vez un delito de calumnias (...). Esperemos que esta vez la Justicia nos dé la razón cuando presentemos contra él la demanda que ya preparan nuestros letrados, considerando que tales acusaciones, gravísimas e injustificadas, se han producido en sede judicial, ante un juez y una fiscal y, además, han quedado grabadas en el sistema de registro audiovisual de las vistas orales. [El Día, 14-XII-2011]
  • ¿Cómo puede atreverse este individuo a llamar xenófobo y racista al editor de EL DÍA en medio de un juicio, ante un juez y una fiscal, sin que se haya sido detenido ipso facto y enviado a prisión para que le haga compañía a otros sujetos de su misma condición? Está en marcha la querella criminal que presentará contra él José Rodríguez. Ya veremos cómo se defiende él o lo defiende su compañera, la jueza Rosell, denunciada previamente por el editor de este periódico ante el CGPJ, también por calificarlo de delincuente públicamente y con publicidad. [El Día, 15-XII-2011]
Tal vez el lector que ignora los antecedentes de Gary Baldi en las artes de la xenofobia y el racismo entienda que esos calificativos están más que justificados al repasar la hemeroteca:
  • Bien es cierto que, entre ellos, no son los subsaharianos, como eufemísticamente se ha dado en llamar a los de raza negra, los mayoritarios; y que las autoridades se llevan de Canarias a todos los que pueden hasta centros de la Península, pero eso no elimina el temor a que esta invasión acabe por trastocar ciertos equilibrios en las Islas. Un motivos de la desconfianza popular en ese sentido es que ya se ve en las calles de las principales poblaciones canarias una gran proporción de personas con rasgos fácilmente identificables como originarias de otros continentes, y el fenómeno va a más. Hablamos, sobre todo, de centro y sudamericanos que, cuando se reúnen en lugares públicos para disfrutar de sus ratos de ocio, dan a nuestras calles el aspecto de una ciudad de Ecuador, Bolivia o Perú. [El Día, 15-V-2005]
  • Sin ánimo de alarmar, pero sí de llamar la atención a los responsables políticos canarios y del Estado, convendría pararse un momento a reflexionar sobre las consecuencias que tendrían para este Archipiélago la aparición de un solo caso de ébola entre los miles de inmigrantes que cada año arriban a Canarias. ¿No sería el fin de este Archipiélago? ¿Qué pasaría con su turismo, principal fuente de ingresos para su economía? [El Día, 21-IV-2006]
  • Pero tenemos que contestar a disparates como negar que en estos momentos Canarias sufre una invasión de africanos de raza negra pura -salvo caso de sida o enfermedades contagiosas-, la cual, como todo el mundo sabe, prima sobre la blanca en caso de mezclarse. Y, encima, el columnista referido llama parafascista a quien describe esta realidad que está viendo todo el mundo, aunque pocos se atrevan a llamar a las cosas por su nombre. [El Día, 24-V-2006]
  • María Teresa de la Vega / mujer grandiosa y portentosa, / testaruda y muy poderosa, / nos quiere dejar sin bandera. / De moros siete u ocho pateras / llenar a Canarias entera / de nuevos pobladores, / extranjeros a montones / paseando por la carretera / y nosotros que nos / vayamos pa'fuera. / De moros ya tenemos una jartera / viviendo en plazas, parques y cuevas, / en playas, valles y laderas / ya está Canarias llena. / Yo no se si esto será cosa buena / esta oleada negra, / la cosa se pone bastante fea / esto lo ve cualquiera, / que tenemos que dejar nuestra tierra / y nosotros emigrar pa fuera. / Como canarios vamos a defendernos / de esta oleada de cigarrones, / que nos están llegando a montones / y yo voy están llegando a montes / y yo voy hacer el primero. / Comparemos mosquetones / pistolas, fusiles y cañones, / y hasta un barco cañonero / con ellos dispararemos, / y estos intrusos invasores / que regresen por donde vinieron. [El Día, 4-IV-2008]
¡Vamos, signore Caponato! ¡Denuncie al que le ha llamado xenófobo, si tiene los clorocos del tamaño de dos cocos! Demuestre que sigue siendo el hombre de las dos cabezas intactas, la de arriba y la de abajo. Que su pulso sigue tan firme como siempre, que no le faltan voluntad, arrestos, o determinación. Que sigue siendo el gran adalid guanche de estas islas. ¡Vamos! ¡Enséñele a ese canarión que su puño es aún más duro que su rostro!

miércoles, 14 de diciembre de 2011

De cemento armado

Dijo en una ocasión mi admirado Arturo Pérez-Reverte que a algunos, a ciertas a edades, se les queda el rostro tal y como se lo han venido trabajando toda su vida. De consistencia pétrea, moldeado a partir de cemento armado, tan duro e impasible ante los contratiempos como carente de la virtud del sonrojo que, cuando menos, indicaría que por él circula aún la sangre. El fluido vital abandonó hace tiempo el semblente de José Esteban Rodríguez Ramírez, aka Gary Baldi (en esta humilde bitácora), aka Don Pepito (everywhere else, o sea en el resto del mundo) y ayer dio prueba de ello al no acudir al Palacio de Justicia de Las Palmas de Gran Canaria. No deja de tener enjundia la cosa, después de haber acusado por activa y por pasiva a otros de no tener clorocos (osea, gónadas) para esto o aquello. ¡Valiente capón nos ha salido el gallito! Y eso que hace cosa de un par de años, aún presumía el abuelo de testosterona. Al parecer, le ha abandonado definitivamente, qué se le va a hacer. Ley de vida.

No imaginaba yo que ayer, a pregunta de un correligionario suyo, Paulino Rivero fuese a asegurar en el Parlamento de Canarias que emprendería acciones legales contra el periódico azul, pagadas de su propio bolsillo (¡sólo faltaría!, añade un servidor). Mucho ha tardado en decidirse a dar el paso, tal vez demasiado. Y en los tiempos que corren, es muy fácil pensar que el gesto tiene más de cortina de humo para disimular sus propias tribulaciones políticas, que son muchas y amenazan con ser más aún. Motivos ha tenido, y sobrados, desde hace meses. Desde el mismo momento en que Gary Baldi le amenazó (aunque, cobarde otra vez, lo niegue hoy) con sacar a la luz papeles comprometedores para él y su familia, dando así pistoletazo de salida al rocambolesco asunto de México, el cual ha resultado hasta ahora no ser sino un burdo montaje que una juez ha obligado a rectificar, en tiempo y modo.

No era difícil prever la estrategia que iba a seguir el gran apóstol de nuestra libertad: el cántico plañidero del probe ancianito cuya delicada salud le impide presentarse a juicio, so riego de sufrir estrés, algo que juez y fiscal han rechazado de plano, y el pueril intento de justificar sus insultos hacia Carlos Sosa. Reproduzo:

Como bien expresó ayer nuestro letrado en ese juicio, chulón quiere decir, según el diccionario de la Real Academia Española, desnudo. ¿Es esto un insulto merecedor de ser sancionado con más de 100.000 euros? Capicúa significa un número que se puede leer en ambos sentidos sin que varíe la cantidad que expresa. ¿Es esto un insulto? Y mariconsón es una expresión cómica derivada de lo que le respondió Fidel Castro a un periodista que, en conversación telefónica, se hizo pasar por un político amigo suyo.

Sigue pensando el abuelete que somos gilipollas y, peor aún, nos trata como tales. A cualquiera con un mínimo de entendederas le resulta obvio que chulón es el aumentativo de chulo, es decir, de aquél que vive a costa de una prostituta (en este caso concreto, una juez). Lo de desnudo vale para El Salvador, no para estas islas. El significado preciso de capicúa, aun cuando cínicamente se pretenda disfrazar con vagas ambigüedades, sugiere bisexualidad. Y la gota que colma el vaso es pretender el sentido cómico de mariconsón, habida cuenta de las previas y torpes alusiones a la homosexualidad dictadas por Gary Baldi en persona. Este calificativo, además, se considera un gravísimo insulto en Cuba (por algo lo usó Fidel Castro contra los periodistas Enrique Santos y Joe Ferrero cuando éstos le tomaron el pelo), como nuestro magno prócer podría comprobar In situ si tuviese los clorocos necesarios. Pero qué digo... ¡si volar le produce estrés! Además, es mejor que ahorre un poco: cien mil mortadelos son mucha pasta.

Caradura, de cemento armado, cobarde e impresentable (a la par que impresentado).

martes, 13 de diciembre de 2011

Cobarde sin sangre

Una vez requerido por la Justicia para responder por sus continuos insultos hacia el director de Canarias Ahora, Gary Baldi tenía dos alternativas: acudir (como era su deber), o no. Acudir no sólo porque estaba citado para ello, sino también para responder ante un juez de los cargos que se le han formulado en contra. Porque la diferencia entre un mayor y un menor de edad es, en términos jurídicos, esa misma: otros no responden ya por ti, eres tú quien lo hace ahora. Es responsable quien responde, aquél que asume plenamente las consecuencias de los actos cometidos y las palabras pronunciadas o, como viene al caso, escritas. Gary Baldi dejó de ser menor de edad hace ya bastante tiempo.

Desde que existe esta humilde bitácora, el que suscribe ha podido comprobar (dando oportuna fe de ello) los móviles que han guiado la mano del sacrosanto y guanchófono prócer de esta atribulada tierra: el tinerfeñismo más rancio y casposo, un independentismo propio de república bananera, sustentado sobre falacias, medias verdades, y humo, y todo ello aderezado con frecuentes pellizcos de nostalgia por tiempos pretéritos, que ya felizmente han quedado atrás. Desde la arrogante soberbia de quien se autoproclama como única voz del pueblo, desde la ficticia y compasiva impunidad que le ha otorgado una sociedad (la tinerfeña) acostumbrada a sus dislates, desde el cobijo hasta ahora proporcionado por la clase política y empresarial, y alentado por su hipertrofiado ego, Gary Baldi ha lanzado sus furiosas diatribas contra todo bicho viviente que no comulgase con su esperpéntico ideario: políticos, periodistas, e intelectuales han tenido (y tienen) que aguantar sus invectivas. Esta bitácora existe precisamente porque su autor no ha querido sumarse a un silencio que, de mantenerse, consideraría cómplice de los desmanes y atropellos de este buen señor, aprovechando las posibilidades que para ello nos brindan las nuevas tecnologías, benditas sean.

Pero la libertad de expresión también tiene su límite: el que marca el respeto al prójimo, una noción de la que un intolerante irredento carece, por definición y enteramente. Llega entonces el momento de que los jueces hagan su trabajo, es la hora, en definitiva, de responder por los actos y las palabras. Gary Baldi debía presentarse esta mañana a las 9.30 en el juzgado de Primera instancia número 1 de Las Palmas de Gran Canaria. No lo ha hecho, como era de temer. No ha querido responder, alegando al parecer problemas de salud que le impedirían volar (¿para qué existen los ferrys?) a la isla vecina y hermana. A mi mente acuden raudas las palabras de Paco Pomares cuando afirmaba en su memorable artículo El rey en cueros, y en referencia a nuestro octogenario apóstol, lo siguiente: quien dirige El Día es además un cobarde que teme enfrentarse a los tribunales más que a la peste bubónica. Repetidas veces las he mencionado en estas páginas electrónicas.

Pues bien, constatado queda: un cobarde, en efecto. Sin sangre y con mayúsculas. Ahora, un suponer, vendrán las justificaciones. Los ataques a la justicia y su imparcialidad hace ya tiempo que empezaron, y hoy encuentran nuevo y venenoso eco:
  • (...) tenemos que padecer una justicia colonial que se ríe literalmente en nuestra cara con el cachondeo del caso de Las Teresitas, las sentencias políticas contra el periódico EL DÍA o el pisoteo de nuestros más básicos derechos civiles (...)
  • Sobre la corrupción de la justicia en Canarias se comenta poco y en privado por aquello de las represalias. El aparato colonial es tremendamente sofisticado y la corrupción judicial es prácticamente indetectable (...)
  • La corrupción judicial suele consistir en la aplicación del criterio personal del juez en lugar de la simple imparcialidad, jurídicamente hablando "es cosa de jurisprudencia".
Veremos si el precio que Gary Baldi habrá de pagar por su cobardía manifiesta es también cosa de jurisprudencia.

lunes, 12 de diciembre de 2011

¿De quién es la culpa?

Gary Baldi prosigue incansable con sus golpes de ariete, empecinado en echar abajo el castillo de Paulino Rivero (y señora), embistiendo día a día, en una de las campañas de acoso y derribo más ácidas y corrosivas que se recuerdan en las islas. Al hacerlo, sin embargo, el insigne y octópodo editorialista se pone en abierta evidencia a sí mismo, pues las hemerotecas existen y en ellas se puede encontrar lo siguiente, publicado hace cosa de un año:

¿Cómo es posible que se culpe al Gobierno de Canarias de que vayan mal la educación, la sanidad y otras tantas cosas si este Gobierno no dispone de los recursos necesarios para atender los servicios que demandan los ciudadanos? Y no los tiene porque los recauda y se los lleva la Hacienda española.

El título del comentario de entonces era A la cola por ser una colonia. Hoy, no obstante, y bajo un encabezado que reza De desastre en desastre por culpa del necio, podemos leer sutiles y renovados argumentos como éste:

Publicábamos en nuestra primera página del viernes que el gasto en educación no deja de caer en Canarias desde el año 2000. ¿Y quién es el responsable? Pues alguien que valía para maestro escuela o, como mucho, para alcalde de El Sauzal, pero nada más. ¿Quién coño es Paulino Rivero para estar donde está, tomando decisiones importantes de cara al futuro de los canarios, si ni siquiera sabe hablar? ¿Quién es doña Ángela Mena para pasearse por las islas en plan primera dama, o caudilla, con guardaespaldas que le portan las compras cuando va de tiendas?

Por arte de magia, se acabó la Hacienda Española, vil instrumento del opresor colonialista: todo recae sobre las espaldas de Paulino (por cierto: sin el "don" delante, extirpado tiempo ha) y las de su señora. El uno por un quítame allá esta emisora; la otra por haber empurado al guanchófono führersito, obligándole, juez mediante, a rectificar sus comentarios sobre el asunto de México.

Espero que el sacrosanto mártir haya preparado el botiquín para su cita de mañana en los juzgados de Las Palmas (de Gran Canaria, con perdón), no sea que le vayan a dar picores de totizo que pudieran ser, eventualmente, confundidos con un grosero corte de mangas.

¡Ah, cómo hemos cambiado! / Qué lejos ha quedado / Aquella amistad...

viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Qué se puede hacer con Paulino Rivero?

Decíamos en nuestro comentario de ayer que Canarias no puede soportar durante más tiempo a la pareja de déspotas políticos que nos gobierna. El pueblo se siente despreciado. El canario se siente más indígena que nunca. Un canario, políticamente traidor a su gente, y una caudilla goda, atrevida y denunciada, están decidiendo arbitrariamente sobre la vida y hacienda de los canarios. Esto hay que sacudirlo. Quitarlo. Los canarios le han permitido a Paulino Rivero seguir gobernando tres años y medio más, pero hay que sacarlo de donde está y enviarlo al exilio para el resto de su vida. Es algo que debe hacer lo que quede de Coalición Canaria después del estrepitoso hundimiento electoral de los nacionalistas (propiciado por el propio Rivero, la quícara Oramas y otros), o el Parlamento de Canarias, o las asociaciones de vecinos o hasta los sindicatos, si quieren tener aceptación y validez entre la población. Los sindicatos deberían salir a la calle con pancartas y entorpecer el desarrollo de la vida pública hasta conseguir que se marche el déspota. No solo que se marche del Gobierno, como decíamos ayer, sino también de las Islas.

Así escribe hoy nuestro sacrosanto y patriota mártir barriosesamero, apelando a lo que mejor sabe y conoce: familia, municipio y sindicato. Con todo, la letra de esta canción me resulta familiar, con su tufillo a hit-parade paleto y setentero, a cargo de las voces de la Charanga del Tío Honorio. ¿Habrá sido ésta la inspiración de Gary Baldi?

lunes, 5 de diciembre de 2011

Quien a Hierro mata...

Nunca es tarde si la dicha es buena, o así reza la sabiduría popular. Esa misma en la que, según el inefable adalid de la patria bananera canaria, se inspiran él y su diario. Han pasado casi seis meses desde la publicación de la noticia, acompañada de un infame editorial, sobre la presunta constitución de una empresa en México por personas allegadas a Paulino Rivero, y el sábado pasado, por fin, El Día tuvo a bien publicar la oportuna rectificación. No ha sido tarea sencilla, desde luego, como bien sabrá Angela Mena, principal perjudicada en este escabroso asunto y desde entonces destinataria habitual de los amables cumplidos de Gary Baldi.

Primero fue la resistencia pasiva y burocrática del periódico en cuestión, presuntamente siguiendo instrucciones precisas de su cúpula editorial y empresarial, ante los requerimientos de la Premiére Madame canaria. Ello motivó una denuncia, seguida del correspondiente juicio, a finales de septiembre pasado, en el que a la magistrada Sánchez Hierro (¡afortunada casualidad su apellido!) pocas dudas le quedaron sobre lo sucedido: tardó menos de dos días en dictar sentencia, obligando al periódico azul a hacer pública rectificación de lo escrito. Paradójicamente, su presteza (algo siempre deseable en la justicia) levantó las iras del guanchópodo editor, quien a lo largo de diversos comentarios y editoriales bordeó la línea de la duda razonable sobre la actuación judicial, al tiempo que se negó a publicar la rectificación, amparándose en el recurso presentando ante la Audiencia Provincial, por una parte, y al hecho de que, a su juicio, además de El Día, deberían ser también objeto de rectificación el portal Kanaryleaks (fuente original de la noticia) y la edición canaria del diario ABC (quien primeramente se hizo eco de ella), por otra.

Pero la titular del juzgado de Primera Instancia número 5 de Santa Cruz de Tenerife tenía otra opinión del asunto y en un primer auto, a petición de las personas perjudicadas, instó a El Día a publicar la rectificación sin que mediara la resolución del recurso. Hubo alegaciones, claro, así que fue necesario un segundo auto contra el que, en esta ocasión, ya no cabía alegar nada. Primero rectificó el diario azul con la boquita pequeña, como para no llamar la atención. Por fin, tirón de orejas judicial de por medio, este sábado se publicó la oportuna rectificación en el debido formato.

Hoy, en editorial extraordinario (las pastorales del gran mencey suelen ver la luz los domingos y los martes) no ha faltado de nada: amargas referencias al asunto, victimismo indisimulado y llorón, sorna y desprecio hacia Angela Mena (comparada con Carmen Polo, esposa de Franco), más, cómo no, las habituales y recurrentes mentiras (no hemos acusado a nadie, no hemos hecho nada que no hayan hecho otros), e invectivas hacia los que en la avenida de Buenos Aires consideran jueces rencorosos. No voy a reproducir nada esta vez, no me apetece. Tan sólo recuerdo aquí las palabras de la Biblia que sirven de inspiración para el título de esta entrada. Y repito: no conozco personalmente a Angela Mena, ni tengo interés alguno en defender su integridad y honor: para eso se basta ella sola. Ahora bien, lo hecho por el periódico azul merece mi más profunda disconformidad, así como mi más severo y contundente rechazo. De modo que no puedo por menos que congratularme por lo sucedido, esperando que sirva para que el magno prócer nivariense, al menos, reflexione. Si sólo ocurriera eso, ya habrá servido de algo, aunque no me hago ninguna ilusión.

El próximo episodio dentro de ocho días, en Las Palmas (de Gran Canaria).