domingo, 22 de julio de 2012

Compendio de virtudes

Pocas veces como hasta ahora había plasmado Gary Baldi su ideario al completo en un editorial. Lo publicado hoy resume con evidente claridad los postulados que constituyen la infame línea editorial del observador popular de la avenida de Buenos Aires. Destacamos los siguientes ejemplos:
  • Es absurdo decir o simplemente pensar que somos españoles porque el canario destaca por su acento apenas abre la boca en la Península. Somos bien tratados y bien atendidos, como decíamos en uno de nuestros comentarios esta misma semana, pero solo por la curiosidad que despertamos entre los españoles al ver a un negrito blanco. [Obvia xenofobia]
  • Que no olviden los canarios españolistas y los amantes de la españolidad que los aborígenes resistieron durante casi cien años -casi un siglo de lucha- el embate de los criminales conquistadores, a pesar de que sus armas eran rudimentarias en comparación con el acero, los caballos y la pólvora que poseían los invasores. Estaban casi indefensos en cuanto a armamento porque eran un pueblo pacífico, pero no escatimaron valor en las batallas para defender su libertad como lo demuestra ese largo período de resistencia. [Mentira. No todas las islas fueron conquistadas por la fuerza. Incluso en Tenerife hubo un bando de guerra -los que se combatieron a los castellanos- y otro de paz -los que no intervinieron- sin contar con que contingentes gomeros y guanartemes colaboraron en la conquista de Tenerife].
  • Predicamos el pacifismo. El pacifismo de Gandhi, de Luther King y de tantos y tantos líderes mundiales que han destacado en la historia de la humanidad por la renuncia absoluta a la violencia ... [Otro embuste, y de los gordos. Cabe recordar los llamamientos a la sublevación popular o, los más recientes, y despreciables, para depositar a la señora de Paulino Rivero en un cubo de basura. Gandhi y Luther King no podrían sentir otra cosa que compasión].
  • A muchos españolistas, españolistos, amantes de la españolidad y canarios traidores a su tierra y a su gente no les gusta que expresemos estas verdades. Por eso nos acosan. Por eso nos denuncian y nos llevan ante los tribunales. [De nuevo, Pinocho fue a pescar. Si vas a los tribunales es por insultar al prójimo y publicar falsedades].
  • En esta campaña contra nuestra línea editorial participan algunos periodistas hediondos; hombres y mujeres sucios de alma y apestosos de cuerpo. Nos acusan de racistas y xenófobos. [Recadito para los colegas de profesión, siempre queridos y respetados].
  • Qué infamia, cuando desde niños pedíamos para el Domund, para ayudar a los negritos y para los hermanos en Dios. Lo que no podíamos consentir era que, por falta de competencia política y por políticas absurdas, Canarias se llenase de personas foráneas no solo mediante las pateras, sino también por puertos y aeropuertos. [De nuevo, tufillo racista y xenófobo, más obvio si se recuerdan las palabras escritas en su día contra los inmigrantes de Latinoamérica y Africa, que no contra los europeos].
  • Estábamos mejor, por ejemplo, con los puertos francos. Lo señalaba nuestro colaborador Pablo Zurita en su artículo del pasado jueves, publicado en EL DÍA (...) [La nostálgica pasión de siempre por lo pretérito, así como la endogamia galopante].
  • Hay que volver al pasado, aunque sea temporalmente, para avanzar hacia el futuro y echar al español invasor y también a los esclavistas del presente, que son Paulino Rivero y su esposa; la aciaga pareja rumana que gobierna despóticamente estas Islas. Volver al pasado, sí; volver a lo que éramos hasta hace unos días. Hasta que llegó Paulino. [No podía faltar la mención honoris causa para quien dejó a Gary Baldi sin emisora de FM].
Claro que se echan algunos detalles más en falta, como los vivasFranco, las succiones al Ejército, el odio recalcitrante a Gran Canaria (con perdón) y a los socialistas perversos, el peligro inminente de invasión y anexión marroquí, o alusiones más directas a esa justicia parcial que tanto les persigue por ser güenos guanches, amén de alguna majadería más, pero no se puede tener todo en esta vida. Yo creo que, como muestra, no está pero que nada mal.

miércoles, 11 de julio de 2012

¡Cocoricó!

Si bien el águila (ya fuere real, imperial, calva o bicéfala) es el ave que desde la Roma antigua ha adornado más banderas, escudos y blasones a lo largo de la Historia, otros ilustres plumiferos han desempeñado tan noble papel, quizá no con tanto ruido, pero en absoluto ignorados. Así ocurre con el gallo, símbolo no oficial de nuestros países vecinos, Francia y Portugal. Al gallo se le otorga carácter chulesco, jactancioso y a menudo pendenciero, presto a desenfundar pico y espolones a la menor provocación. Por eso los enemigos de Francia idearon este juego de palabras como burla, pues la raíz latina es la misma para gallo que para galo.

En nuestra tierra chicharrera, y por extensión en Canarias toda, no hay mejor exponente de gallo que nuestro sin par Gary Baldi, mencey de esta isla por la gracia de Achamán y, si le dejan, de otras seis (Gran Canaria no, ¡puaj!). Reúne, en su hacer editorialista, todas las características que distinguen la más pura esencia del gallo: fanfarrón, engreído y peleón. Lo primero, por arrogarse una representación de una sociedad que cuando menos le compadece; lo segundo, consecuencia de lo anterior, por creerse con derecho divino a decir cuanto le venga en gana de quien le venga en gana a través de su periódico; y lo tercero, por emplear estrategias y lenguajes que rebasan con mucho el límite permisible a la mera crítica.

En España existe otro gallo mítico: el de Morón. Morón de la Frontera, provincia de Sevilla, lugar conocido por la base aérea que en otros tiempos fuera de uso conjunto con el ejército estadounidense. Cuenta la leyenda que allí enviaron a un juez, con fama de gallito, para poner orden en la comunidad, entonces dividida y enfrentada pero, ¡ay, naturaleza hispana!: visto el percal, los vecinos aparcaron sus rencillas y se pusieron de acuerdo para desnudar al juez, apalearle y sacarle de paseo por la calle. Ese es el origen del famoso gallo local, que quedó sin plumas y cacareando.

Como ya adelantó el martes pasado el Canarias 7 (gracias, Loli), la titular del juzgado de primera instancia número 3 de Santa Cruz de Tenerife, doña Ana Delia Hernández Sarmiento, acaba de hacer pública la sentencia que resuelve, de momento, la demanda presentada por Angela Mena, Caridad Rivero y Candelaria Pérez por el famoso asunto de México.Cien mil euracos de nada, que debe pagar nuestro gallito por entrometerse ilegítimamente en el honor de las demandantes, a resultas del famoso poder cuya veracidad no se pudo establecer, ni entonces ni ahora. Este nuevo revés judicial, que se suma a los ya sufridos el otoño pasado, cuando la jueza Sánchez Hierro le obligó, sin vaselina, a publicar el escrito de rectificación que Angela Mena había intentado remitir en vano a la dirección de la avenida de Buenos Aires, y al meneo frente a Carlos Sosa por sus reiterados insultos, está sujeto a recurso. No obstante, si las instancias superiores confirman las sentencias iniciales, podremos crear un nuevo monumento que sacie un poco más, si cabe, el hipertrofiado ego de nuestro mencey: un gallo guanche, desplumado a fuerza de apoquinar una indemnización tras otra, pero como el de Morón, erguido y cantarín, aún en el clímax de su escarnio.

¿ No lo creen? Lean al gran plumífero, emblema de esta isla. ¿No escuchan lo mismo que yo, allá a lo lejos?

¡¡Co-co-ri-cóóóó....!!

martes, 10 de julio de 2012

Un gulag llamado península

El destino de Paulino Rivero está sellado: padecerá cárcel por sus numerosos y horrendos crímenes contra Gary Baldi. Pero no será aquí, en las islas, ya que existe un lugar mejor para él (y por supuesto, para su señora): la península, convertida hoy en el gulag / konzentrazionslager de la futura República Canaria. Que para eso es más grande y aquí ya nos falta sitio:

Paulino Rivero debe ser detenido por lo que ha hecho. Debe ser llevado a juicio, juzgado, condenado a prisión y encerrado en una cárcel de la Península porque su comportamiento lo hace indigno de permanecer en Canarias aunque esté entre rejas. Ni él ni su esposa pueden permanecer en Canarias porque son una pareja políticamente aborrecible.

¡Ah, si Gary Baldi fuese Kafka y se diese el gustazo de reescribir El Proceso!