Recordar este saludo, extraído del evangelio de San Lucas, es oportuno en días navideños (lástima que muchos no extiendan este deseo al resto del año). No obstante, hay quien se complace en llamar a lo contrario, aunque pretenda no hacerlo. Lobo con piel de cordero, para unos, arrojar la piedra y esconder la mano, dirían otros. No es necesario aclarar su identidad a estas alturas, así que vamos a los detalles, por desgracia profusos en el comentario de hoy.
¡Menos mal que, después de todo, son gente de paz!
- España es el baldón de Europa y Canarias, (...) está sufriendo las peores consecuencias de la colonización española. Esto ya clama al cielo y puede ser la causa de que el día menos pensado se produzca un estallido social en estas Islas. Algo que no deseamos -siempre lo hemos dicho, pues somos gente de paz-, pero que lo vemos venir porque la situación está hirviendo.
- Mucho nos tememos que si no se dan los pasos oportunos por quienes han de darlos, (...) a no tardar mucho la gente se echará enloquecida a la calle para reclamar su libertad.
- Es posible que cuando el pueblo se eche a la calle haya violencia, pero no seremos nosotros los culpables porque llevamos mucho tiempo advirtiendo de lo que puede ocurrir. ¡Cuidado, España! ¡Cuidado, dirigentes nacionalistas canarios que no están haciendo nada! La subida de las tarifas eléctricas (...) pueden ser la espoleta que haga saltar la bomba.
- ¿Han olvidado los políticos actuales en qué acabaron los abusos de la corte de Versalles? ¿Han olvidado la guillotina? ¿Han olvidado que cuando el pueblo se cansa, y ya está muy cansado, nada ni nadie es capaz de detenerlo? Volvemos a advertirlo: si esto no cambia, rodarán cabezas como rodaron por las calles de París. Estamos predicando paz y pacifismo, pero tenemos la sensación de que predicamos en el desierto porque los gobernantes canarios están ciegos, obcecados y manipulados por Madrid y por Europa. Con su actitud irresponsable, están empujando a la gente a que se eche a la calle.
¡Menos mal que, después de todo, son gente de paz!