domingo, 13 de noviembre de 2011

El (enésimo) cuento de la lechera

Érase que se era un juglar que gustaba de contar historias de países lejanos y tesoros escondidos, de héroes y villanos, de dragones y otros monstruos, de tiranos y de humildes, de conquistas y batallas, todo ello para solaz y diversión del pueblo llano. Las gentes de aquel reino escuchaban sus cuentos con simpatía, sabedores de que no eran sino el fruto de su pródiga imaginación. Y, al contemplar la atención que despertaba en aquellas sencillas gentes, el juglar comenzó a creerse sus propios relatos, hasta que un buen día ya no fue capaz de distinguir la fantasía de la realidad. Y entonces comenzó a insultar a los representantes del rey, a los que imaginaba esbirros de un oscuro y malvado poder, a despreciar a otros juglares que también cantaban para entretener al pueblo, a exclamar que su pequeña ciudad había sido una vez un reino libre poblado por gentes bondadosas, luego esclavizadas por un cruel invasor, y a afirmar que en algún lugar, en alguna casa antigua, en un olvidado arcón de recia y noble madera se escondía el Cuerno de la Abundancia, que haría ricos a todos sin necesidad de trabajar. Y se imaginaba a sí mismo como el Gran y Unico Juglar, en el nuevo y minúsculo reino que pretendía alcanzar con sus cantos, cada vez más histéricos y estridentes. En suma: se volvió loco.

Así escribe hoy nuestro juglar:
  • Difícil será, en efecto, conformar la nación canaria. O, mejor dicho, el Estado para darle poder a la nación canaria, que ya nuestra nación existe como tal desde el tiempo inmemorial de los guanches.
  • Esta tierra era de los guanches y hoy lo es de sus descendientes, que somos los canarios, y no de los españoles por mucho que lo diga (...) la Constitución española.
  • Y cuando llegue el momento de ser ese país soberano, de ser dueños de nuestro suelo, nuestro cielo y nuestro mar, de ser dueños de nuestros recursos (que son inmensos), todo el pueblo canario se sentirá orgulloso de su propia identidad.
  • CANARIAS será una república y desaparecerá el escudo con los perros rampantes lamiendo la corona de los Borbones. Un escudo indigno de un territorio africano donde habitan blancos cultos pero con su idiosincrasia.
  • CANARIAS tendrá su Constitución que será sometida a referéndum y votada. Una Constitución rígida para que no aparezca ni un corrupto, ni un delincuente político, (...). Esa Constitución recogerá las leyes adecuadas para asegurar la riqueza intrínseca de Canarias, que es indiscutible e indiscutida. Permitirá que nuestras poblaciones se embellezcan, se animen, consuman y creen riquezas. Luego estarán los estrategas para dictar leyes que aumenten estas riquezas derivadas de la inmejorable situación canaria en el Atlántico. Los puertos de Canarias son puertos forzados debido a la posición de nuestras Islas entre tres continentes. Seremos dueños, como decimos, de todas nuestras riquezas...
  • EL presidente del Gobierno de Canarias viajará en coche normal, pero no en helicóptero. El importe de sus altos vuelos se destinará a ayudar a los pobres y a crear las condiciones adecuadas para que prospere la riqueza.
  • CANARIAS tendrá como periódico de cabecera al diario más patriota de todo el Archipiélago: EL DÍA, junto con sus medios de comunicación audiovisuales. Y al decir audio no nos olvidamos de Radio EL DÍA, la gran infamia cometida contra esta casa por Paulino Rivero (...)
Sólo un apunte: si el presidente de esa república lejana, muy lejana, que imagina nuestro buen juglar tuviese que desplazarse de una isla a otra, habría que inventar el coche flotante. Supongo. Por lo demás, me remito a la fábula con la que he abierto este post. Feliz domingo.

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