El pasado día 15, el gran jefazo de nuestro periódico favorito creyó encontrar un nuevo filón con el que avivar su larga (y tediosísima) cruzada contra el presidente del gobierno canario y sus allegados: la insólita revelación de que la concejalía de Vivienda de Santa Cruz, hoy responsabilidad de Angela Mena, había invertido la friolera de 100.000 euracos de la Sociedad Municipal de Viviendas de Santa Cruz de Tenerife en participaciones preferentes de Cajacanarias.
Rápidamente, los señores del Partido Popular, integrante mayoritario de la oposición en el consistorio santacrucero, se pusieron manos a la obra. Pero no les duró mucho el chollo. La nota de aclaración remitida por el ayuntamiento al periódico de la avenida de Buenos Aires fue publicada por éste a la velocidad del rayo, quién sabe si con sus nobles asientos aún doloridos por recientes episodios similares. La nota aclaraba que la responsabilidad del Área municipal de Vivienda en Santa Cruz en el momento de dicha suscripción era nada más ni menos que de doña Luz Reverón, una de las cabezas visibles más opacas del Partido Popular de Canarias, famosa urbi et orbe por su identificación de los sebadales como lo que te araña cuando te revuelca una ola, afirmación que contó con la aprobación inmediata de la sirenita de San Andrés, Cristina Tavío. Hoy doña Luz (infrarroja, supongo), representa al Gobierno de la nación en la isla de La Gomera, justo premio para tan preclara mente.
Parece que algo vamos aprendiendo.
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