Lo del editorial de hoy merece comentario aparte. Un día después del fallecimiento de Antonio Cubillo, a quien se dedican un par de párrafos laudatorios glosando su vida y milagros, se ponen los señores de la avenida de Buenos Aires manos a la obra para resucitar el viejo fantasma del miedo al vecino marroquí, concluyendo después con la habitual traca anti-Paulino. Resulta cuando menos chocante que nos adviertan del peligro de despertarnos embutidos en ua chilaba cuando no hace mucho, y la hilo de una brillante ocurrencia de Ramón Moreno, presunto economista de pro y habitual colaborador del diario azul, Gary Baldi y los suyos habían abrazado con fervor la idea de Canarias como estado libre asociado con Marruecos. El Puerto Rico del magreb, o sea.
Y fíjense ustedes: entre tantas y tan apocalípticas advertencias de acabar engullidos por el siempre taimado moro, encontramos esto:
¿Entienden ustedes el anuncio que figura a la derecha? Yo tampoco. Tan solo sé que está escrito en caracteres árabes y que el rostro sonriente del maromo corresponde muy probablemente a un marroquí bien trajeado, afeitado y plantado. En el editorial, a la izquierda (click para ampliar), puede leerse: Marruecos no permitirá durante mucho más tiempo que haya enclaves españoles en su territorio (...) Despierta, canario, porque estás condenado a ser marroquí dentro de muy poco tiempo si antes no nos hemos constituido en una nación con estado.
¡Dios mío! Perdón, ¡Alá de mis amores! ¡Sus temores se han hecho realidad! ¿Acaso hemos despertado demasiado tarde? ¿Nos han invadido ya? ¿Estamos condenados? ¿Somos mojamitos? ¿Y qué será ahora de Gary Baldi? ¿Le cambiarán el nombre por Al-Pepito? ¿Le obligarán a llevar chilaba y a ir al curro montado en camello? ¿Cambiaremos el puchero por el tayín? ¿Cómo no hicimos caso de su mente preclara, don José?
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