Así es como yo calificaría este párrafo, que forma parte del comentario de hoy. Y lo hago así porque me parece muy difícil (casi imposible, de hecho) decir tanta falsedad en tan corto espacio:
Durante mucho tiempo EL DÍA se ha enfrentado en solitario a la tiranía
política encabezada por Paulino Rivero, Ángela Mena y los secuaces
políticos de este matrimonio ahíto de poder que tanto daño le ha hecho a
nuestras Islas. En esa lucha, siempre a favor de los canarios y de su
bienestar, hemos tenido que sentarnos en el banquillo de los acusados
más de una vez. Lo hemos hecho no por haber robado o matado a alguien,
sino por ejercer el legítimo derecho a la información y la opinión. La
crítica política, lo decíamos recientemente, es consustancial con la
democracia. No puede haber prensa libre si no existe la democracia, y no
puede haber democracia sin medios de comunicación libres.
El "mucho tiempo" se limita a los dos últimos años, desde que estalló el asunto de Radio El Día, como bien sabemos. Antes del desafortunado incidente, todo eran plácemes y parabienes. Y sí, es cierto que el gran jefazo y sus dos apóstoles han tenido que sentarse en el banquillo, pero no por informar, sino por lo que mejor saben hacer: insultar y transgredir los límites del derecho a la infoirmación y la opinión, acotados por el respeto a los demás. Pretender disfrazar las mentiras y las vendettas como críticas políticas es, además de falso, perverso.
Pero nada de esto es nuevo bajo el sol, ni siquiera bajo aquél que a nosotros nos da vida.
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