martes, 20 de septiembre de 2011

Dicho y perpetrado

En efecto, tal y como era de esperar, la pastoral de hoy martes ha estado íntegramente dedicada a contestar el editorial del Diario de Avisos publicado el pasado domingo. Los términos del mensaje garybaldiano se plantean como sigue:
  • Nos causa más estupor, sin embargo, que esos mismos señores, además de ignorar cómo se vende un periódico, tampoco sepan cómo se escribe. Porque si supieran escribir, estarían al tanto de que el peor error es engañar al lector. Mejor dicho, intentar engañarlo, porque a la gente no se la engaña tan fácilmente como piensan ciertos mentecatos.
  • La diferencia está en que nosotros podemos criticar al político déspota y necio, pero ellos no. Ellos no pueden porque dependen del pienso que les echa en el pesebre todos los meses para que no se vean obligados a cerrar. Una realidad tan triste como vergonzosa; lo suficientemente vergonzosa para que no se atrevan a contársela a sus lectores. De ahí la actitud vergonzante de los no aludidos, pues tenemos por norma en esta Casa no hacerle publicidad gratuita a los chisgarabís, ya sean de la política o del periodismo vil y ruin que tanto cunde en estos días.
  • ¿Cuándo se ha visto una crítica en ese diario con tirada de hoja parroquial contra la nefasta gestión educativa, sanitaria, económica, asistencial, empresarial, laboral y de todo tipo de los falsos nacionalistas de CC? Nunca. Al contrario: le hacen una entrevista servil al déspota político cada vez que los manda llamar. Requerimiento al que acuden prestos, moviendo la cola como un caniche cuando lo cita su amo.
  • Presume ese periódico de defender a Canarias pero es falso porque jamás ha tenido ideología alguna. Y si la ha tenido, ha sido siempre carca y casposa; rancia y con olor a sacristía. Miente también su editorialista cuando dice que han sido respetuosos con nuestras ideas, aunque no las compartan. Ni las comparten, como acabamos de decir, ni las respetan.
Personalmente, opino que el periodismo ruin y vil de hoy no es cosa precisamente del Diario de Avisos. Las críticas hacia la gestión del gobierno autónomo y su presidente solo se han podido leer en El Día desde hace cosa de tres meses, como saben bien los lectores de esta humilde bitácora, pues antes lo habitual era la succión rítmica, y a boca abierta. Si no, ahí están las hemerotecas. Y en cuanto a ideologías carcas, rancias y casposas, entiendo que Gary Baldi carece de la más mínima autoridad para hacer semejante reproche.

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