lunes, 24 de octubre de 2011

Preguntas con respuesta

En su editorial de ayer, Gary Baldi (su negro, o quien fuese) se hizo eco de un correo electrónico, presuntamente enviado por un lector, quien detallaba presuntos comportamientos carentes de ética de Angela Mena (esposa de Paulino Rivero) como concejala del ayuntamiento de Santa Cruz, cargo que ostenta desde las elecciones locales del mes de mayo. Al parecer, y siempre según la citada fuente anónima, la señora se dedicaría a desayunar durante largas horas sentada en una terraza de la ciudad capitalina, al tiempo que despacharía sus asuntos por teléfono. Los señores del diario azul, hasta donde he podido comprobar, no han contrastado la información recibida, como tampoco han puesto a sabueso alguno tras la pista de la señora Mena (¿qué fue del periodismo de investigación?) para obtener pruebas fehacientes de tan reprochable conducta. Al parecer, insisto, han dado por bueno el correo del lector sin más para, acto seguido, tomarlo como base para arremeter duro y parejo contra la señora y, de paso, contra su marido, objetivo último de las insidias garybaldianas. El comentario de hoy va en el mismo sentido, formulando una retahíla de preguntas, directas a la yugular de la concejala.

Evidentemente, yo no soy Angela Mena (la sola idea de estar en su piel para, por ejemplo, cumplir con sus quehaceres conyugales, se me hace muy cuesta arriba; todo lo contrario que a ella, supongo), ni soy su abogado, ni comulgo con su partido, ni vivo en Santa Cruz, ni siquiera la conozco en persona, por lo que ignoro qué clase de persona es. Pero tampoco comulgo con cierto editorialista que avergüenza al periodismo, a Tenerife y a Canarias entera con sus formas de hacer y de escribir. Así que me voy a tomar la libertad de responder a las preguntas de Gary Baldi, aunque no estén dirigidas a mi persona.
  • No nos queda más remedio que seguir con el mismo asunto de la señora Mena. ¿Cómo se puede degradar a un pueblo poniéndolo bajo el mandato de una señora que no ha sido elegida, pero que ejerce su poder bajo la protección de su marido, que a su vez es un déspota político? (La señora Mena, casualmente, ha sido elegida para su cargo; de su presunto mandato en la sombra deberían darse pruebas concretas, pues de lo contrario no pasaría de ser una paranoia -una más- de su autor).
  • ¿Por qué no nos responde a las preguntas, inquietantes para la ciudadanía, que le hemos hecho? (No tiene obligación de hacerlo, salvo que dichas preguntas las formule un juez, como Gary Baldi sabe demasiado bien, pues últimamente se ve forzado a responder a los jueces más que en Pasapalabra).
  • ¿Por qué no ha denunciado, de la misma forma que lo ha hecho con EL DÍA, al portal de internet KanariLeaks, que fue el que dio la noticia del asunto de México? ¿Por qué no ha denunciado también a ABC? (El Día admite ¡por fin! que la noticia no era suya, cuando la anticipó como tal, sin mencionar su fuente. Tanto KanariLeaks como ABC fueron prudentes y quedaron a la espera de la oportuna verificación de la noticia, cosa que no hizo el diario azul, como tampoco su jefazo, quien dio por demostrada la evasión de capitales).
  • ¿Por qué esa saña contra EL DÍA? ¿Es que EL DÍA es el "The Times" de Canarias? (Más quisiera alguno. También se puede hacer la pregunta al revés: ¿por qué esa inquina contra Angela Mena? ¿Es que es la Condorezza Rice de Canarias? Lo que Gary Baldi llama saña procede, recordémoslo, de su negativa a publicar la nota de rectificación que Angela Mena envió a su diario una vez que éste se hizo eco del affaire mexicano, lo que ha sido motivo de reciente y fulminante condena).
  • ¿Qué se cree esta señora que es EL DÍA? ¿Quién es ella para cargar y ciscarse contra dos siglos de historia y de decencia? (Tal vez sólo cree que ha atentado contra sus derechos, motivo suficiente para ciscarse en El Día y para que esos dos siglos se vayan a tomar viento. También puede la afectada dar la vuelta a la tortilla y plantear quién se han creído El Día y su editor-jefazo que es ella).
  • ¿Quién coño es doña Ángela Mena para amenazarnos, como lo ha hecho, con que la Justicia será implacable en el caso de los papeles de México? ¿Quién manda en la Justicia, ella o los magistrados? ¿Contra quién va a ser implacable la Justicia? (Una ciudadana que ha visto lesionados sus derechos por el periódico y su máximo responsable. Además, se espera siempre de la Justicia que sea implacable al hacer lo que debe).
  • ¿Contra quien publicó en la mencionada página web el supuesto otorgamiento de poderes notariales en la localidad mexicana de Puebla? (Aquí, una vez más, el editorialista pisa lo que no debe, asumiendo que alguien ha hecho -en este caso, ha publicado- cosas no probadas. Además, el editorialista omite el certificado del consulado español que desmiente, al menos de momento, la veracidad del famoso poder).
  • ¿Contra el también antes citado diario nacional que asimismo publicó esa información, añadiendo un comentario desfavorable? ¿Contra EL DÍA, que se limitó a dar información de lo publicado por los otros dos medios, anticipando su estupor y manteniendo su reserva sobre este asunto? (Los términos de la última pregunta son mentira: el diario azul no manifestó estupor sino indignación, eso tras amenazas previas, y tampoco mantuvo reservas sino que tomó virtualmente al pie de la letra la publicación de KanariLeaks. Ahí están las hemerotecas para comprobarlo).
Para quien haya seguido el devenir de los acontecimientos desde junio pasado, el origen de todo este circo está bien claro. Recuerdo aquel tema de Donna Summer titulado On the radio: Someone found a letter you wrote me on the radio / and they told the world just how you felt / It must have fallen out of a hole in your old brown overcoat / They never said your name / But I knew just who they meant.

On the Radio... Sencillamente delicioso.

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