Ha quedado bien patente que, a diferencia de Pau, Adán Martín no es ni fue un patriota. No al menos en la escala de valores de nuestro sin par Gary Baldi, pues el difunto no ha recibido desde el domingo la más mínima atención en comentarios o editoriales del periódico azulchicharro. Suponía este humilde bloguero que, si no había plan A, sí al menos habría plan B, es decir, aprovechar este Día de la Hispanidad para atacar a todo lo español en sentido amplio, como algunos que no dudan en afirmar que el 12 de octubre de 1492 dio paso a un genocidio y sólo a un genocidio. No ha sido así tampoco, pues José Rodríguez ha preferido una vez más hacer de su tocayo Goebbels y tocar las mismas campanadas, la misma canción, y las mismas mentiras de siempre. Perlas:
Pues yo digo: hay que relegar a El Día. Hay que dejar de colaborar en sus columnas. Hay que retirar los anuncios de óbitos de su página de esquelas. Hay que forzar la retirada de la publicidad de prostitución encubierta. Hay que aislar a los individuos que predican la mentira y el odio. Hay que descubrir el rostro de Zancho y ponerle, de una vez, un hermoso bozal a su perro.
Mientras, por el mar corren las liebres, por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas tralará, por el monte las sardinas tralará, por el monte las sardinas.
- (...) Canarias era un pueblo, una nación, con todas sus estructuras y bendiciones de la naturaleza física, geográfica y humana, cuando los canarios se vieron todos atropellados por los forajidos de un ejército regular y mercenario enviado por Castilla para conquistar estas tierras ajenas, e incorporarlas política y económicamente en beneficio suyo.
- (...) Una nación en la que vivan libremente y con dignidad los descendientes de los guanches e incluso los canarios que, siendo hijos de peninsulares, del continente europeo, hayan nacido en estas Islas.
- Por eso la ONU, sensatamente, estableció en su Resolución 1.514 del Comité de Descolonización de los Pueblos, que hay que descolonizar los territorios sometidos a naciones extranjeras. El ejemplo más típico, el primero y más antiguo de lo que es una colonia, lo tenemos en el archipiélago de las Canarias.
- Y ojo, canario; ojo, tinerfeño: no votes por la miseria. No votes por el bolchevismo que es hoy lo más despreciado en el mundo por sus resultados criminales y desgraciados. No te dejes engañar por ningún bolchevique, por ningún socialista e incluso por ningún popular que no sea del pueblo. No te dejes timar aunque se arregle el bigote y se vista con chaqué o con frac. Casi todos son viles traidores que rayan la línea de la prisión y de la sangre de los demás.
- Predicamos el pacifismo de la misma forma que predicamos una Justicia justa. Y como tanto hemos escrito de la Justicia, y para que no haya dudas, prometemos que en un tiempo indeterminado, aunque ese tiempo llegará, haremos un resumen de la labor de quienes están llamados a juzgar con justicia y que, en vez de hacerlo, cometen injusticias inadmisibles increíbles.
- Todo esto ha sido una orgía orquestada por la prensa canariona con repercusión en la prensa de Tenerife; orquestada también por esa podredumbre que se refugia al amparo del Alma Mater lagunera (La ULL). Qué atropello, qué indignación, qué vergüenza sentimos por esta institución a causa de los ruines que se cobijan en ella, y conspiran contra Tenerife.
- (...) reclamamos que no se vote a los partidos estatistas que no defienden a Canarias ni a su libertad, ni se vote a los nacionalistas españolistas y amantes de la españolidad. Hay que votar por los movimientos patrióticos canarios. Por los nacionalistas puros, que todos conocemos y algunos de cuyos nombres ya hemos dado: Hilario Rodríguez, Juan Jesús Ayala, Antonio Cubillo, José Luis Concepción, Francisco García-Talavera y tantos y tantos que hoy predican sus contundentes razones independentistas y están exponiendo semanalmente sus ideas. Y no olvidamos a Antonio Cubillo, que junto con Secundino Delgado, Nicolás Estévanez y tantos mártires del pasado han tratado de enderezar el camino de su tierra canaria.
- Hay que salir a la calle. Hay que resistir pasivamente las embestidas de carácter económico fiscal, tanto locales, como insulares, regionales y nacionales, que salen actualmente en forma de impuestos -igual que salían de las colonias españolas americanas en galeones de oro- con destino a Madrid, hasta que Canarias se recupere en el plano económico y recobre su libertad y pueda comer en su casa sin tener que acudir a los comedores sociales.
Pues yo digo: hay que relegar a El Día. Hay que dejar de colaborar en sus columnas. Hay que retirar los anuncios de óbitos de su página de esquelas. Hay que forzar la retirada de la publicidad de prostitución encubierta. Hay que aislar a los individuos que predican la mentira y el odio. Hay que descubrir el rostro de Zancho y ponerle, de una vez, un hermoso bozal a su perro.
Mientras, por el mar corren las liebres, por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas tralará, por el monte las sardinas tralará, por el monte las sardinas.
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