miércoles, 24 de agosto de 2011

¡Que vuelva Coco!

No, no me refiero al coco, ese siniestro personaje que alimentó las pesadillas más paralizantes de nuestra niñez, un arma terrorífica utilizada durante generaciones por los adultos para intentar corregir el mal comportamiento de sus hijos. Viene el coco y se te lleva, nos decían. ¡A veces, a petición de los propios padres! ¿Cómo podían estar conchabados con el coco? La imaginación hacía el resto. Y más o menos, funcionaba... hasta que adquiríamos plena conciencia de la mentira, y pasábamos la correspondiente factura en el ajuste de cuentas propio de la adolescencia.

La cara amable era Coco, un simpático y escuchimizado monstruo de pelaje azul que a través de sus sketches en el inolvidable Barrio Sésamo nos ilustraba conceptos elementales, a veces solo, a veces en compañía de su Jaca Paca. Quizá la más clásica de todas sus lecciones fuese la que nos permitía diferenciar entre cerca y lejos. Pues bien, cierto editorialista haría bien en retomar las sanas enseñanzas de Coco, pues su vara de medir -distancias, en este caso- necesita al parecer un urgente calibrado:
  • Nadie en su sano juicio, lo decimos un día más, puede pensar que estas Islas le pertenezcan a un país cuyas costas están a 1.400 kilómetros de distancia y cuya capital se encuentra todavía más lejos, nada menos que a 2.000 kilómetros. [El Día, 18/08/2011]
  • Tan sólo les sugerimos que no olviden lo que les está pasando a los déspotas árabes que gobiernan en territorios próximos a Canarias, como son Egipto, Yemen, Túnez, Siria y Libia entre otros. La mayoría de esas malos mandatarios han caído ya y no saben donde refugiarse para que no los detengan y los lleven ante el Tribunal de la Haya. [El Día, 24/08/2011]
Gracias a una utilidad gratuita como Google Earth, uno puede medir distancias sin levantarse del sitio. Nuestra proximidad con Túnez es de unos 2100 kilómetros. Con Libia, 2200 kilómetros. Con Egipto unos 3750, mientras que de las costas sirias nos separan 4700 kilómetros. La repanocha de la proximidad se llama Yemen: 6000 kilómetros de nada.

Para evitarle a Gary Baldi la molestia de buscarlo, aquí le adjunto un enlace a un video doméstico en el que el sin par Coco muestra de nuevo la diferencia entre cerca y lejos. Que le aproveche, maestro. De nada.

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