sábado, 20 de agosto de 2011

El abrazo del oso

Ignacio González Santiago, presidente del Centro Canario Nacionalista engendrado años ha por Lorenzo Olarte, se nos ha descolgado con una sorprendente revelación: ha visto la luz del independentismo. Y, como quien peregrina a Santiago de Compostela en pos de la Indulgencia, ha comunicado personalmente su nueva visión cosmogónica nada más ni menos que a nuestro sacrosanto apóstol quien, naturalmente, se ha hecho eco de ella, pleno de alborozo:

NOS LLENA de alegría que el presidente del Centro Canario, Ignacio González, se muestre partidario de la independencia de esta tierra. Llevamos mucho tiempo diciendo que basta con que se alce una voz en cualquiera de las instituciones, ya sea el Parlamento regional, un cabildo, un ayuntamiento o el Congreso de los Diputados, pidiendo la libertad de esta tierra, para que se ponga en marcha de forma oficial un proceso que ya camina a nivel popular: el de la consecución del Estado nacional canario.

El CCN del señor González concurrió a las últimas elecciones locales junto a Coalición Canaria y el Partido Nacionalista Canario de Juan Manuel García Ramos, con los resultados de todos conocidos. Esto supone que, de momento al menos, González está prestando su apoyo a Paulino Rivero, quien por obra y gracia de las ondas de radio no adjudicadas se ha convertido en el nuevo Demonio del Mediodía para el sin par Gary Baldi. Desde Coalición Canaria, José Luis Perestelo, otro destinatario habitual de los piropos del diario azul, ha calificado las declaraciones del político palmero de ocurrencia, al tiempo que sugiere que no busca sino llamar la atención, enfatizando que en CC no contemplan la independencia de las islas.

A Gary Baldi, claro, no hay quien le quite el caramelo de la boca: nos amenaza con una profunda reflexión al respecto en su pastoral editorial de mañana domingo. Perfecto. Ahora bien, si yo estuviese en la curtida piel de nuestro sufrido mandamás, me andaría con pies de plomo. Considero a Ignacio González uno de los políticos más siniestros que pululan por nuestro proceloso piélago institucional. Uno de los pocos, por ejemplo, que secundaron a Gary Baldi en el espinoso tema de las pateras. Si alguien quiere más elementos de juicio sobre este abogado, antiguo alumno del santacrucero colegio La Salle San Ildefonso, los puede leer en este informe, publicado en el blog de un lector de estas páginas, o en este artículo, por citar sólo un par de fuentes. Parece que ya se está convirtiendo en una mosca para CC, de ésas que se divierten picándole las gónadas a quien las lleva descubiertas.

¿Podría ser esta una alianza inconveniente para Gary Baldi? ¿Se sentiría de pronto estrujado y desgarrado por el abrazo del oso (y de su papá)? Quién sabe...

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