lunes, 12 de diciembre de 2011

¿De quién es la culpa?

Gary Baldi prosigue incansable con sus golpes de ariete, empecinado en echar abajo el castillo de Paulino Rivero (y señora), embistiendo día a día, en una de las campañas de acoso y derribo más ácidas y corrosivas que se recuerdan en las islas. Al hacerlo, sin embargo, el insigne y octópodo editorialista se pone en abierta evidencia a sí mismo, pues las hemerotecas existen y en ellas se puede encontrar lo siguiente, publicado hace cosa de un año:

¿Cómo es posible que se culpe al Gobierno de Canarias de que vayan mal la educación, la sanidad y otras tantas cosas si este Gobierno no dispone de los recursos necesarios para atender los servicios que demandan los ciudadanos? Y no los tiene porque los recauda y se los lleva la Hacienda española.

El título del comentario de entonces era A la cola por ser una colonia. Hoy, no obstante, y bajo un encabezado que reza De desastre en desastre por culpa del necio, podemos leer sutiles y renovados argumentos como éste:

Publicábamos en nuestra primera página del viernes que el gasto en educación no deja de caer en Canarias desde el año 2000. ¿Y quién es el responsable? Pues alguien que valía para maestro escuela o, como mucho, para alcalde de El Sauzal, pero nada más. ¿Quién coño es Paulino Rivero para estar donde está, tomando decisiones importantes de cara al futuro de los canarios, si ni siquiera sabe hablar? ¿Quién es doña Ángela Mena para pasearse por las islas en plan primera dama, o caudilla, con guardaespaldas que le portan las compras cuando va de tiendas?

Por arte de magia, se acabó la Hacienda Española, vil instrumento del opresor colonialista: todo recae sobre las espaldas de Paulino (por cierto: sin el "don" delante, extirpado tiempo ha) y las de su señora. El uno por un quítame allá esta emisora; la otra por haber empurado al guanchófono führersito, obligándole, juez mediante, a rectificar sus comentarios sobre el asunto de México.

Espero que el sacrosanto mártir haya preparado el botiquín para su cita de mañana en los juzgados de Las Palmas (de Gran Canaria, con perdón), no sea que le vayan a dar picores de totizo que pudieran ser, eventualmente, confundidos con un grosero corte de mangas.

¡Ah, cómo hemos cambiado! / Qué lejos ha quedado / Aquella amistad...

2 comentarios:

  1. Mal día un martes 13 para embarcarse hacia la Gran y presentarse a un juicio. Todo sea por leer después los editoriales al respecto. Saludos.

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  2. En martes... ni te cases... ni te encauses :-) Saludos y gracias

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