La prensa y el dinero público

(... ) al Gobierno de Canarias, de quien depende en primera y última instancia la Radio autonómica, no le interesa la existencia de un medio de comunicación libre como el nuestro. Prefiere a los que subvenciona para tener a su servicio. Paulino Rivero, su señora esposa y toda la caterva de necios políticos que bailan a los sones rumanos de esta pareja, no soportan que un periódico les diga la verdad en su propia cara.

Hace unos años, cuando el observador popular de la Avenida de Buenos Aires era destinatario habitual de jugosas subvenciones (dinero público, es decir, suyo y mío) procedentes del gobierno de Canarias, cuando los altos gerifaltes de ATI-Coalición Canaria eran colaboradores habituales del diario azul (ahora escriben en otra parte) el cual, a cambio, les defendía a capa y espada, éste podría haber sido el lamento de cualquier otro de los medios de comunicación escrita de Tenerife, o de Canarias. Tal día como hoy, cuando los beneficiados son otros, la amarga queja surge de la mente torturada del octogenario Gran Mencey nivariense.

Pese a todo, este debate también pone de entredicho (al menos a mi entender) con meridiana claridad la"libertad" de la prensa en este pequeño rincón del Atlántico. Si estás a bien con el poder, tendrás dinerito. Qué gran verdad aquello de "hay que tener amigos hasta en el infierno".