jueves, 26 de enero de 2012

Vuelve la xenofobia

Sólo que esta vez no va dirigida contra los seres humanos que arriban en pateras a las islas, sino contra una sola persona, a quien Gary Baldi no le perdona (ni jamás lo hará) que, juez mediante, le obligase a hincarse de hinojos y publicar la debida rectificación tras los desvaríos escritos al dictado del prócer de la avenida de Buenos Aires sobre charros y mariachis:

Pero sigue [Paulino Rivero] agarrado a la poltrona por consejo de la goda política que lo dirige. Esta es la realidad: Canarias está en manos de una goda.

Ya no es Carmen Polo, ni Elena Ceaucescu, sino una goda. Con y sin el político por delante.

En una palabra: hiede.

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