lunes, 28 de marzo de 2011

Erección nasal

En el colmo de la contradicción, y traicionando su propio subconsciente que le lleva a evocar con aire nostálgico la belleza de la letra y música del himno de la Falange Española (Cara al sol, o sea), Gary Baldi ha cometido hoy un patinazo marca de la casa, de esos tan inequívocamente suyos:

Lo que ha hecho este sacerdote recién fallecido [El padre Antonio, fundador del Hogar Santa Rita] nos recuerda también las obras del caudillo. Detestamos el franquismo. Fue una etapa inicua en la historia de España y de Canarias, sometida colonialmente a España, que también padecimos en esta Casa. Pero durante la dictadura del general también se hicieron importantes obras públicas. Se acometió de forma masiva la construcción de viviendas para los más necesitados y se ayudaba a los pobres. Es cierto que algunos secuaces de Franco robaban y cometían tropelías contra el pueblo, pero no eran tantos como ahora porque hoy en día roba todo el mundo.

Para alguien que afirma detestar el franquismo, no está mal la cosa: referirse a Franco como el caudillo o el general (nunca como el dictador), y acto seguido ensalzar algunos logros sociales de esta parte reciente de la historia de España, de esa dictadura que, afirma el sacrosanto apóstol aborigen, también les tocó a ellos. Se ve que no la contempla con resentimiento, toda vez que es capaz de admirar la belleza del Greatest Hit de la Falange. Pero a mí me vienen a la cabeza la letra y la música de otra canción, seguramente no tan bellísima, pero sin duda más pegadiza, divertida y, sobre todo, apropiada al caso:

Pinocho fue a pescar
al río Guadalquivir
se le cayó la caña
y pescó con la nariz.

Cuando llegó a su casa
nadie le conocía
tenía la nariz
más larga que un tranvía.

Su padre toca el bombo
su madre los platillos
y al pobre Pinochillo
se le caen los calzoncillos.

Porque del parrafito en cuestión no me creo de la misa la media.

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