jueves, 10 de marzo de 2011

Olla podrida

¿Sabían que esta es la traducción que se esconde tras el término popurrí? Sí, sí: ese mismo que nos hace evocar una combinación de temas musicales en uno solo y que en lenguaje llano viene a significar, precisamente, mezla. La voz es una adaptación del francés pot pourri que, literalmente, significa olla podrida. Resulta que a nuestro Cagliostro le ha dado por recurrir al popurrí, en este caso de temas con que rellenar hoy su comentario, acaso porque él mismo acaba (a veces) por repetirse hasta la náusea. Y claro, eso cansa hasta a los mártires de la santa causa de la libertad de nuestra oprimida nación. Así que de oca a oca y tiro porque me toca. O algo así. Arrancamos el popurrí con la solidaridad hacia los trabajadores del Hotel Maritim, a punto de cerrar sus puertas:
  • Comprendemos la angustia de los trabajadores, pues en realidad están atravesando por una situación muy similar a la de esta Casa. El hotel Maritim, lo suponemos, no cierra por capricho sino por necesidad. No hay hospedaje. No hay ingresos. Pudiera ser que la administración ha sido mala. No lo sabemos.
Siendo malévolos, podría interpretarse que si la situación del observador popular fuese más boyante, igual ni se acordaban de los trabajadores del hotel norteño, pero dejemos a un lado los malos pensamientos. En cualquier caso, la analogía sería obvia: no hay publicidad, no hay ingresos. Y si el faro nivariense se viese obligado a cerrar (cosa que no deseo, pues ello implicaría el fin de este humilde blog), no sería por capricho o mala gestión, sino por culpa de otros, lo que nos lleva de cabeza al puyazo que el gran matador dirige al presidente del gobierno (de España) y de paso, hacia el periodista Carlos Sosa:
  • Y la causa última de esta crisis es la nefasta política del Gobierno socialista de Zapatero, mal que le pese a determinado chulón capicúa y faltón canarión. Casi nada. Y por qué es capicúa, nos preguntan y lo decimos en baja voz porque es políticamente incorrecto.
Echar la culpa de la crisis a ZP no requiere esfuerzo, es de lo más fácil y socorrido. Otra cosa muy distinta es escribir abiertamente la palabra maricón para referirse al director de Canarias Ahora: ahí se le encoge (presuntamente a duras penas) el escroto al apóstol, supongo. Más tarde, una enriquecedora disgresión sobre el nombre apropiado para el Auditorio de Tenerife:
  • (...) hemos recibido una invitación oficial del Gobierno de Canarias donde se cita al Auditorio como Auditorio Adán Martín de Tenerife. Un nombre que difiere bastante, aunque no lo parezca, de Auditorio de Tenerife Adán Martín. Se está atentando contra Tenerife minusvalorando su imagen. Podríamos admitir, incluso a nuestro pesar, que el Auditorio llevase como apellido el nombre de Adán Martín, pero dejando claro siempre que es el Auditorio de Tenerife.
Vamos, que al final no queda claro si se ha hecho la p... un lío, si ya tenía la p... liada, si alguien le ha liado la p..., si el auditorio recuerda a una p..., o si debería llamarse el p...auditorio. Y por fin, vuelta a las esencias gary-baldianas más puras: el odio al canarión, esta vez en forma de invectivas hacia los indianos del carnaval grancanario, al nombre mismo de la isla del Nublo (fuera el Gran, o sea), y hacia la figura política de Román Rodríguez y su partido:
  • (...) los canarios han vuelto a celebrar una fiesta dentro de su carnaval de pega -un carnaval copiado, de mal gusto y artificial- que no les corresponde. Nos referimos a la fiesta de los indianos, genuina del carnaval de La Palma. Sin embargo, los señores de Las Palmas van y se la apropian sin más (...).
  • ¿Cuándo se va a dejar el nombre como siempre estuvo, es decir, sin falsas y ridículas grandezas? El "gran" no le corresponde al nombre de la tercera isla. Eso ha sido otra apropiación a partir de una equivocación de un par de historiadores ignorantes. El nuevo Parlamento que se constituya después de las elecciones debería quitar el gran porque afrenta a Tenerife y a las otras cinco islas.
  • (...) el nombre completo de ese partido es Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria. Es decir, es un partido que, lo repetimos, barre para Las Palmas, que es lo que siempre ha hecho su fundador, incluso desde la época en que era presidente del Gobierno de Canarias.
En este caso, este humilde bloguero opina que la olla no sólo es podrida por la variedad, sino también por el aroma que despide su contenido. Pero hay cosas que no cambiarán en la vida. Eso sí: me inquieta que en este caso no se cumpla aquello de no hay mal que cien años dure, porque a Gary Baldi, justo es reconocerlo, el veneno le sienta bien. Al menos le conserva, o eso parece.

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