martes, 15 de enero de 2013

Más leña al mono

El pasado 24 de agosto de 2009, los señores del periódico azul se marcaron un puntazo al publicar que una profesora de un centro docente público santacrucero había sido expedientada por dejar sin clase a una alumna, hija de padres bolivianos, que padecía cáncer. La cosa resultó ser falsa de toda falsedad, y después de que la perjudicada (María Eugenia Álvarez Fernández, tutora de la niña) cuyo nombre no se menciona en el artículo, le metiera el correspondiente puro al periódico azul, al fin se ha hecho pública la sentencia, que obliga al observador popular de la avenida de Buenos Aires a pagar 3000 euros a la damnificada, por intromisión ilegítima en su honor, así como a hacer público el escrito del fallo judicial correspondiente, en el que se detallan los pormenores del caso.

Como puede leerse en el texto, hubo un primer intento de conciliación, hace casi tres años, pero los señores de El Día ni siquiera se dejaron ver. Marca de la casa. Al menos esa vez no podrían alegar que la delicada salud de Gary Baldi hacía desaconsejable el trayecto al juzgado. Por cierto, la sentencia es firme. Así que venga, a aflojar se ha dicho. Por eso no sorprenden las alusiones veladas que se hacen hoy a los jueces y a la Justicia (y van...):

Insistimos: somos tan exquisitos en nuestros editoriales, que nunca citamos a quienes nos atacan. Ni siquiera damos referencias ni indicios -los jueces pueden procesar por indicios pero para condenar necesitan pruebas rotundas- para que puedan ser identificados. Sin embargo, también hemos de porfiar en que no recibimos el mismo trato. (...) ¿Denunciarnos por qué? ¿Por decir la verdad y defender los intereses del pueblo canario?


Es mentira que hayamos falseado una información. Esa es una acusación gravísima que puede traer serias consecuencias para su autor. No se van a salvar quienes están detrás de ella atacando a EL DÍA y a su editor de forma despiadada. Ya veremos en qué acaba esto, porque seguimos confiando en la Justicia aunque la Justicia no haya sido justa con esta Casa


No sabemos si lo será en esta ocasión, pero mantenemos depositada nuestra confianza en la imparcialidad profesional de los jueces. Si no somos tratados equitativamente por la justicia que se imparte en Canarias, recurriremos a instancias superiores porque vamos a llegar hasta donde sea necesario. Lo que no podemos hacer, ni haremos, es quedarnos de brazos cruzados mientras se ataca a una persona digna como es José Rodríguez.

Pues ni exquisitos, ni veraces, ni inocentes. Ni en los editoriales, ni en estos párrafos, donde vuelven a repetirse las mentiras de siempre. Tres mil del ala, abuelo, y prepárese, que seguro que vendrán a por más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario