Gary Baldi está hoy que se sale. Pocas veces he tenido ocasión de leer en el periódico azul un editorial tan incendiario, atiborrado de falsedades, demagogia barata, oportunismo, arrogancia y endogamia periodística. Un panfleto editorial perfecto para lectores iletrados, ágrafos, exaltados y acríticos (como su propio autor). Un editorial producto de una mente cuya salud me cuestiono y sobre cuya voluntad oculta pocas dudas me caben, la verdad. Botones de muestra:
Uno no se puede explicar de dónde sale tanta y tan enloquecida arrogancia mesiánica como para ordenarle al presidente del gobierno de Canarias lo que debe hacer, pasándose por el escroto la voluntad de los canarios. Me resulta inconcebible que se compare la situación actual, por penosa que ésta pueda ser, con la sufrida por nuestros abuelos, la cual llevó precisamente a muchos de ellos a emigrar, incluso como ilegales, cuando aquí se aprovechaba hasta la raíz de los helechos para elaborar gofio.
No renuncia el apóstol al victimismo, si tiene la ocasión, pero tampoco, haciendo gala de un monumental rostro granítico, a una pretensión claramente europea (cultura, lengua y, por supuesto, moneda inclusive, ni que fuéramos guanajos), menos en el nombre. Y me descojono vivo al leer sus memeces sobre la historia de Cataluña (alguien debería explicarle a este sujeto quiénes fueron Ramiro el Monje, su hija Petronila y el conde Ramón Berenguer IV), Galicia y el País Vasco.
Pero de verdad, la alusión a Robespierre (no sabía que también fuese miembro de la corte del último Borbón francés) es la lucida traca de la pirotecnia, tan escandalosa que haría palidecer de envidia a los mismísimos hermanos Toste. Imaginarse a este personaje, un nostálgico del más rancio y genuino fascismo español, al frente de la versión canaria del Comité de Salvación Pública de la Francia revolucionaria, simplemente produce escalofríos. En una cosa sí coincidimos hoy: afortunadamente, los tiempos que corren son otros.
- Somos indígenas, siervos, lacayos de esos tres mandos derivados de la crueldad de unos invasores que se apoderaron de las Islas Canarias hace casi seis siglos y desde entonces han venido robando la libertad y, lo que es igual, también los bienes de las familias canarias.
- Si hoy ustedes [Coalición Canaria] están ahí, incluso en el Gobierno de Canarias -un Gobierno autonómico, no el auténtico Gobierno soberano de una nación con Estado-, se lo deben al apoyo que en su día, y mientras han durado -ya veremos lo que pasa en mayo- les ha prestado el periódico EL DÍA. Es decir, Tenerife, y Canarias, porque EL DÍA es Tenerife y Canarias, y a las pruebas estadísticas nos remitimos.
- ¿Cómo es posible que un Archipiélago, que fue afortunado hasta la conquista y sacrificado desde la conquista en adelante, que tuvo que emigrar pero no sufrió el hambre canina de la actualidad, esté en la tremenda desdicha de nuestros días?
- EL DÍA es víctima de la política colonial y nacional.
- ¿Por qué coño -con perdón- tiene Canarias que buscar un trato diferenciado en energía, como publicábamos en nuestra primera página de ayer? ¿Por qué esa energía no la administramos nosotros?
- De eso [del hambre] es culpable usted, don Paulino. Sin embargo, todavía puede redimir su culpa. Todavía está a tiempo de pedirle la libertad de esta tierra al monarca de la corona que lamen los perros rampantes del escudo canario. Todavía puede decirle al presidente del Gobierno de España que Canarias no es un pueblo europeo, sino africano. Un pueblo que quiere llevarse bien con Europa, conservar su cultura y su lengua y hasta la misma moneda, pero que es africano. Expresarle sin rodeos ni eufemismos que Canarias quiere ser una nación con Estado propio y no depender de un Estado situado en otro continente y opresor.
- Don Paulino, se lo hemos advertido. Usted, su integridad política, familiar y no queremos decir que la suya física corren peligro porque las revoluciones por el hambre son imprevisibles. Repase usted lo que ocurrió en la corte de Luis XVI, de María Antonieta, de Robespierre y del cadalso.
- Juan Jesús Ayala, presidente del PNC en Tenerife, apoyando la independencia de Cataluña, que la encuentra razonable, está apoyando la independencia de Canarias, aunque los casos son distintos. Cataluña, Vasconia y Galicia fueron víctimas en su día de la rapiña castellano-aragonesa. Eran pueblos que estaban unidos por su lengua y otras características físicas.
Uno no se puede explicar de dónde sale tanta y tan enloquecida arrogancia mesiánica como para ordenarle al presidente del gobierno de Canarias lo que debe hacer, pasándose por el escroto la voluntad de los canarios. Me resulta inconcebible que se compare la situación actual, por penosa que ésta pueda ser, con la sufrida por nuestros abuelos, la cual llevó precisamente a muchos de ellos a emigrar, incluso como ilegales, cuando aquí se aprovechaba hasta la raíz de los helechos para elaborar gofio.
No renuncia el apóstol al victimismo, si tiene la ocasión, pero tampoco, haciendo gala de un monumental rostro granítico, a una pretensión claramente europea (cultura, lengua y, por supuesto, moneda inclusive, ni que fuéramos guanajos), menos en el nombre. Y me descojono vivo al leer sus memeces sobre la historia de Cataluña (alguien debería explicarle a este sujeto quiénes fueron Ramiro el Monje, su hija Petronila y el conde Ramón Berenguer IV), Galicia y el País Vasco.
Pero de verdad, la alusión a Robespierre (no sabía que también fuese miembro de la corte del último Borbón francés) es la lucida traca de la pirotecnia, tan escandalosa que haría palidecer de envidia a los mismísimos hermanos Toste. Imaginarse a este personaje, un nostálgico del más rancio y genuino fascismo español, al frente de la versión canaria del Comité de Salvación Pública de la Francia revolucionaria, simplemente produce escalofríos. En una cosa sí coincidimos hoy: afortunadamente, los tiempos que corren son otros.
Enhorabuena por esta entrada! Sencillamente genial. Saludos.
ResponderEliminarMuchas, muchas gracias.
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