jueves, 23 de septiembre de 2010

Enemiga de Tenerife

Ante los ojos de cualquiera que desconozca la realidad de nuestro diario predilecto, puede parecer extraño (incluso desconcertante) que uno de los frentes bélicos abiertos por el führer de El Dia tenga como objetivo a ciertos políticos de Coalición Canaria. Los casos más conocidos son sin duda Ana Oramas y José Luis Perestelo, diputados nacionales por esta agrupación. Su gran pecado es no haber reclamado abiertamente la independencia de las islas en el seno de las Cortes Generales, lo que les ha convertido en traidores a la patria y blanco de las diatribas e insultos de nuestro genial Gary Baldi. Incluso el mismísimo Pau Rivero (¡vivir para ver!) se ha ganado alguna que otra colleja por no haber sido más explícito sobre las ansias de libertad de nuestro oprimido pueblo guanche, pero en su caso la tibieza queda disculpada por su condición de patriota. Encubierto, pero patriota. Sin embargo, y como decía Super Ratón en sus historietas animadas: no se vayan todavía, aún hay más. O, si lo prefieren, y ahora viene otra divertida caricatura.

Carmen Nieves Gaspar Rivero, abogada nacida en 1965, es alcaldesa de Granadilla por Coalición Canaria. Desempeña este cargo desde las últimas elecciones municipales (2007) que supusieron la pérdida de la mayoría absoluta detentada por el PSOE durante más de tres lustros. Su ascenso a la condición de primera edil sólo fue posible previo acuerdo con el resto de fuerzas políticas representadas: el Partido Popular y la Alternativa Sí Se Puede. Años antes de haber ganado la alcaldía del municipio chasnero, la propia señora Gaspar había manifestado públicamente su firme oposición al proyecto del Puerto de Granadilla. Una oposición que, como ella misma ha admitido, contrariaba las directrices (y, añado yo, las ansias) de su propio partido.

Ello, sin embargo, no fue obstáculo para que en El Día le dedicasen toda suerte de cumplidos y elogios al mes de haberse hecho con el bastón municipal. Cosa extraña, si se tiene en cuenta que Clark Kent y los suyos han defendido con uñas y dientes dicho proyecto, y que el apoyo de Sí se Puede ilustraba cuál sería la postura del ayuntamiento sureño al respecto. Quizás Zancho no le dio importancia al asunto, y por una vez aflojó la correa del pastor alemán. Pero no tuvo que pasar mucho tiempo para que en el último rincón de la isla se empezasen a escuchar sus aullidos, simplemente por haber puesto en su sitio a uno de los mayores poderes fácticos de Canarias: Unelco-Endesa, plantándole una multa de 110 millones de euromortadelos por la ejecución de obras sin licencia. No sé si finalmente la sanción tuvo efecto, pero la señora Gaspar demostró con ello tener más redaños que un legionario.

No pretendo hacer una glosa laudatoria de la alcaldesa granadillera: desconozco la mayor parte de sus iniciativas y, lo que es más importante, la desconozco a ella. Admito que quien se opone al Puerto de Granadilla tiene en principio mis simpatías, pero hasta ahí llego. Ahora bien, cuando uno se pone a hurgar en ese depósito de información que es la red de redes, descubre ciertas cosas, además del calambrazo dado a Unelco, que hablan en favor de la señora Gaspar y su equipo. Por ejemplo, la decisión de rebajarse el sueldo un 5% junto con toda la corporación y los cargos de confianza, algo muy de agradecer en tiempos del cólera. O bien una ayuda de 100.000 euros para viviendas, o la cesión de una parcela en Los Abrigos para la construcción de una escuela infantil. Estas últimas iniciativas, por cierto, son de este mismo mes de septiembre.

Sin embargo, desde El Día han lanzado hoy los Stukas contra la alcaldesa, a la que tachan de nefasta, incompetente y vengativa, otorgándole su distintivo más elevado: el de Enemiga de Tenerife. ¿Las razones? La primera, cómo no, el tema del puerto. Luego, la paralización de obras con cargo a los fondos del Plan E (ese plan en el que el gobierno colonial que nos sojuzga ha decidido empeñarse, y de paso empeñar al país, con tal de que haya personas que puedan trabajar) o el desvío de fondos para la construcción de ciertas instalaciones deportivas consideradas innecesarias. Los fondos para esas obras son del dominio público, tanto en su cuantía como en su destino, así que no sé de qué se queja el gran maestre del Ku-Klux-Klan chicharrero. Parece como si las recientes actuaciones de la señora Gaspar hayan despertado las iras de Zancho, quien ha susurrado la orden oportuna a su sabueso: ¡Mátala!

Y mientras tanto, en el periódico que dirige el bueno de Cagliostro, no dudan en practicar la succión bucogenital rítmica a la figura (que no a la persona, supongo) de Miguel Zerolo, imputado por presuntos delitos a cuyo lado las negligencias que haya podido cometer (si es que lo ha hecho) Carmen Nieves Gaspar no son sino simples travesuras de colegiala. Pero claro, el alcalde de Santa Cruz también es un patriota, y eso lo exonera todo. Hasta el cohecho, la prevaricación y la apropiación indebida, todos ellos presuntos, insisto. De momento.

Así se escribe la historia: Día a Día.

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