domingo, 4 de julio de 2010

Sin desperdicio

Como ya es habitual en la jornada del domingo, José Rodríguez ha tenido a bien obsequiarnos con una extensa editorial en la que vuelve a derramar con generosidad sus consignas de siempre. Bueno, no de siempre exactamente, sino las de un tiempo a esta parte, basadas en la independencia de nuestras islas, y aderezadas de revisionismo histórico, grancanariofobia, y las habituales paradojas, desconsideraciones, e insultos hacia todo aquello que le produce malestar. También se descuelga con un par de exhortaciones y cómo no, una collejita a Santiago Pérez, que esta vez no reproduciré. Los párrafos destacados de hoy son:
  • Canario, peninsular hermano que vives en Canarias y te has enraizado en la familia canaria: la independencia de Canarias es irremediable e inaplazable. Tú, peninsular que vives aquí, lo sabes porque sabes a qué distancia estás de tu España continental; sabes que Canarias es una descaradísima posesión española colonizada y explotada. Un país que sigue siendo saqueado desde hace casi seis siglos, después de haber martirizado a un pueblo noble que vivía en paz con sus haciendas, sus costumbres, sus familias, sus menceyes y menceyatos. Menceyatos que ahora se quieren resucitar, lo cual viene a demostrar que aquí existía una civilización destruida por esos españoles a los que hay que amar; es decir, asesinos.
  • ¿Por qué hemos de obedecer a los actuales ministros de Zapatero como Chacón, Aído, Rubalcaba, Fernández de la Vega, Gabilondo, Alonso, Salgado y otros? ¿Por qué no hemos de obedecer sólo a los nuestros, aunque sean magos? A gente con la esencia de nuestra tierra corriendo por sus venas, y no a los amantes de la españolidad, los españolistas y españolistos.
  • Canario, no eres español porque en la calle no eres español; los españoles te han reducido a la categoría de don nadie. Y encima se llevan tu dinero a la fuerza. Porque para eso tienen las Fuerzas, dignas, nadie lo duda, pero a las órdenes de los peninsulares. Y aquí hacemos un punto y seguido para ampliar lo que escribimos el pasado jueves. Policía Canaria sí, sin duda; propia. Policía de la nación canaria. Policía para una opereta con uniformes de colores para que luzcan en el escenario, no. Policía Canaria de la nación canaria, sí.
  • Así son los socialistas. No quieren la existencia de la familia. No quieren la existencia de un Ejército regular. Sólo quieren policías tipo la soviética KGB o la Gestapo nazi. Familia, no. Los hijos, los que nazcan de los matrimonios entre hombres o entre mujeres.
  • Hay que restituir a sus legítimos propietarios la tierra que era de nuestros antepasados; de una población que fue diezmada cruelmente tras ser derrotada de forma ignominiosa, con ventaja manifiesta de caballos, corazas y bombardas; con pólvora y filos de acero. Una conquista que esclavizó a un pueblo y lo vendió en las cortes europeas, porque aquí no encontraron los españoles especias ni oro. Conquistadores asesinos que violaron a sus mujeres y niñas y les transmitieron sus repugnantes enfermedades. Porque con las tropas regulares venían muchos mercenarios. Después, durante los casi seis siglos que median desde aquel crimen genocida, los invasores nos han estado sometiendo a vejaciones, utilizando las tierras de nuestro pueblo y usando en beneficio propio la posición geoestratégica de nuestras islas. Ventajas de tierra, mar y aire.
  • No queremos concluir sin recordar que estamos en aguas jurisdiccionales y territoriales de Marruecos, e integrados en Marruecos acabaremos si antes no somos una nación, porque colonia no lo vamos a seguir siendo. Que el pueblo tenga en cuenta esto. Que no nos calienten los españoles porque abandonamos el idioma español y nos pasamos al inglés, como hicieron los filipinos. No hablaremos el tagalo, pero sí el bereber africano de Cubillo.

Y las consignas son: (i) esto no es España por una simple razón de distancia; (ii) al actual gobierno hay que desobedecerle porque sí (esto podría calificarse tranquilamente como un llamamiento a la sedición), y hay que obedecer a nuestros políticos, aunque sean unos magos (un calificativo con el que en no pocos ejemplos, sin embargo, concuerdo); (iii) las por un lado dignas fuerzas armadas españolas son en realidad un ejército ocupante que secunda a la Agencia Tributaria en su labor de saquear las islas; (iv) los socialistas tienen modos dictatoriales y sólo desean cargarse la familia como institución; (v) los conquistadores fueron brutales y contagiaron a los aborígenes enfermedades repugnantes (como las que sin duda José Rodríguez habrá padecido alguna vez, verbigracia gripe o sarampión); (vi) si no nos declaramos independientes a la voz de ya, los marroquíes nos ocuparán por la cara.

Y a mí se me ocurre lo siguiente: (i) no valen seis siglos de historia, de población y mestizaje con la población aborigen y hombres y mujeres venidos de Francia, Portugal, Andalucía y Extremadura, moriscos y berberiscos, y en último extremo con nuestros hermanos americanos para ser españoles, no vale el idioma que hablamos, ni nuestra cultura ni folkore, hijo del español: somos guanches porque sí; (ii) la posibilidad de ser gobernados por los magos locales, libres de cortapisas, me horroriza y me horripìla, mucho más que la horrenda clase política nacional (española, ojo); (iii) ¿cómo pueden ser dignas unas fuerzas armadas que actúan como sicarios y matones de los crueles recaudadores de impuestos?; (iv) me pregunto, ¿qué futuro tendrían las parejas homosexuales en la nación canaria con la que sueña José Rodríguez?; (v) ya saben aquellos que padezcan gripe o sarampión: portan males repugnantes, no importa si los han contraído aquí o en otra parte; (vi) siendo españolas, las Islas Canarias serán invadidas por los marroquíes sí o sí, pero si son independientes, los aviesos moros se lo pensarán dos veces antes de enfrentarse a nuestros bien organizados menceyatos (un suponer).

El último párrafo sobre el bereber de Cubillo es ciertamente memorable: me reído de buena gana y a pleno pulmón.

Hasta mañana.

2 comentarios:

  1. ¡Buen día!

    Tengo que reconocer que han sido contadas las ocasiones en que he logrado terminar un editorial del periódico El Día. Sin embargo, estaba esperando como agua de mayo el comentario mordaz del autor de este blog sobre el de ayer. Quizás por culpa del día nublado, de las defensas bajas o del clásico aletargamiento vacacional, no encontré nada mejor que hacer en esos fatídicos diez minutos que caer en la lectura del editorial. ¡Qué cúmulo de dislates se pueden escribir por centímetro cuadrado de papel o de ciberespacio, según el tipo de lectura que se prefiera!
    De dicho artículo, se podrían extraer cinco perlas cultivadas:
    1.- Comparación entre Canarias y Puerto Rico (colonias esclavizadas, sólo faltaban los piratas y galeones).
    2.- Alusión a los nuevos menceyatos (ya se veía venir que cuando un político desbarra con esas ideas siempre hay alguien que le sigue la corriente).
    3.- ¿Por qué "obedecer" a los ministros de Zapatero? (si la obediencia es asumir lo elegido en las urnas se llama democracia).
    4.- Hay silencio nacional sobre los editoriales de este periódico (sobran las palabras, guardemos un respetuoso silencio ante dicho comentario).
    5.- Terminaremos hablando inglés como los filipinos, o el bereber de Cubillo (¡qué tiemblen el idioma castellano y sus más de trescientos millones de hablantes, están condenados a su desaparición).

    Menos mal que la solución nos la dará el periódico El Día, regalándonos por fascículos y con el regalo del mencey de cada zona un curso intensivo de inglés-bereber para ser personas civilizadas y autónomas.

    ¡Uf, qué desahogo!

    Saludotes.

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  2. Apreciada lectora:

    Muchas gracias por su comentario. Seguimos en la pomada.

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